Emma tenía lo que se llama fracaso intestinal, algo que paliaba la alimentación por vía venosa y que solo podía cambiar con un trasplante. Tenía 13 meses cuando llegó la oportunidad, gracias a unos padres que donaron los órganos de su bebé. En el hospital La Paz de Madrid, referencia en los trasplantes infantiles y único que realiza los multiviscerales, como el que necesitaba Emma, habían puesto a punto una técnica tras tres años de investigación para hacer viable el intestino en una donación en asistolia. Mediante un sistema para mantener los órganos irrigados con sangre oxigenada, lograron completar la donación y hacer el trasplante. Fue hace cuatro meses y Emma está recuperada y feliz.