Entrevista

Luisma Soriano: "No hay belleza ni poesía en el mismo momento del dolor"

Teatro de la Madrugada y la Compañía Ferroviaria pondrán en escena este viernes en el Villa de Molina el texto ganador del Premio Born 2021, 'El desmoronamiento de la ternura', una pieza que el director y dramaturgo murciano escribió tras la muerte de su madre

Luisma Soriano.

Luisma Soriano. / L. O.

Luisma Soriano escribió El desmorinamiento de la ternura tras la muerte de su madre. Su plan era pasar de los textos performativos. Meses después, su pieza ganó el prestigioso Premio Born. Para entonces, algunas cosas habían pasado. Entre ellas, el tiempo, que en arte significa distancia. Así que el director y dramaturgo murciano se enfrentó a su texto y, bueno, lo acabó llevando a las tablas. El resultado –que este viernes podrá verse en el Villa de Molina gracias a Teatro de la Madrugada y la Compañía Ferroviaria– habla con emoción de cómo lidiar con lo que no está y erige un túmulo monumental a un sentimiento en horas bajas.

Dice que El desmoronamiento de la ternura nació como un texto pleno, que no pensaba en llevarlo a las tablas. ¿En qué cambió eso el proceso?

Sí. Nace como una manera de ficcionalizar todo un proceso de duelo una vez que pude sentarme a escribir e ironizar un poco sobre ese dolor. En ese momento también quería centrarme en la idea de literatura dramática y no tanto en la creación de textos performativos. Así que cuando tomé la decisión de llevarlo a escena tuve que traicionarme de alguna manera, tuve que quitar cosas que pueden funcionar leídas porque como lector eliges el ritmo o el momento preciso para atenderlas, pero el texto en escena funcionaba distinto y hubo que ajustar todo eso ofreciendo un contexto fiel al concepto de la obra, pero quizá no tanto al texto.

¿Qué cambió para que decidiera montarlo en escena?

Pasó el tiempo, básicamente. Siento que fui respetando los tiempos. Creo que atendí el dolor en la intensidad que se fue mostrando a lo largo de los años. Y cuando surge la posibilidad de volver a crear algo escénico ya estoy en un momento donde puedo reconstruir ese dolor sin quemarme ni salir devastado.  

¿En qué ha cambiado la obra al prepararla para el espacio escénico?

La obra no ha cambiado en nada en su esencia. En realidad está representado todo lo que dice el texto, pero añadiendo narrativas distintas que ofrecen diferentes niveles de percepción de lo que ocurre. En la puesta en escena hemos jugado con la presencia invisible de la madre, de la que no hay ninguna referencia en la obra escrita hasta el final. Son ideas que ocurren en el espacio de ensayos, cosas que rezuma el texto pero que no están escritas en ninguna parte. Cuando las palabras que escribiste una y otra vez hasta dar con la manera exacta de expresar algo, ahora son dichas por un actor, se añade entonces otra dimensión y aparecen nuevas ideas. Son como capas de sedimentación. 

¿Qué papel jugaron la escritura y el montaje en escena de la obra a la hora de lidiar con el trauma de la muerte de su madre?

Este no ha sido un asunto de sanación, ni una terapia ni nada de eso. Entiendo que haya gente que utilice el arte como terapia, pero no es mi caso;yo trabajo en el arte para dar mi punto de vista sobre un asunto, un acontecimiento. Intento crear lazos de comunicación y a veces esa comunicación es contigo mismo o parte de una observación de ti mismo. Opino además que no hay belleza ni poesía en el mismo momento del dolor. Así que solo fue posible escribir cuando pasó bastante tiempo. No es un trabajo de autoficción en absoluto. Al final uno habla (o escribe) de lo que conoce, lo que le preocupa y luego le va añadiendo capas que transforman o modifican el punto de partida. Más bien fue estar atento a la vida lo que me ayudó a lidiar con la muerte y una vez que ese asunto escocía menos, entonces pude escribir. 

Luisma Soriano con el Premi Born 2021.

Luisma Soriano con el Premi Born 2021. / L. O.

Usa un personaje al que le ha pasado lo mismo que a usted, pero que no es usted. Además de para tomar perspectiva, ¿para qué le sirvió este distanciamiento con los hechos?

Sí. Sais [el protagonista] y yo partimos del mismo hecho, pero ese es nuestro único punto en común. Solo desde ese distanciamiento me era posible hablar con crueldad de cosas que podrían ser dolorosas, de alumbrar ciertos pensamientos controvertidos; de tratarlos con descaro, podría decir. Me daba la posibilidad de imaginar con cierta libertad, sin sentir en ningún momento que me estoy pasando de la raya con lo que dice Sais. Precisamente ahora, en la era de los ‘ofendidos por todo’, yo empleaba un lenguaje libre de culpa. 

El amor de una madre es de los pocos –si no el único– que parece resistir al mercantilismo de las relaciones entre personas.

Sí. En la obra Sais necesita tensar todo y ver qué resiste, necesita reconstruir cosas a partir de lo que haya quedado, de lo inamovible. Y en ese extraño viaje iniciático entiende que lo que queda, lo que no se ha ido de todo lo perdido, es un pequeño recuerdo de ternura con su madre, y al evocar ese recuerdo, encuentra una manera de comunicarse con la madre. El recuerdo de la ternura es el único lenguaje posible de comunicación con los muertos. 

El jurado del Premio Born, que usted ganó en 2021 con este texto, decía que la obra «representa un momento de dolor que se espera más trascendente, pero que choca con la vulgaridad de la realidad». ¿Encontró ironía, en ese contraste?

Evidentemente. Es necesario que el mundo avance a un ritmo, aunque tú quieras otro. Si todo se organizase en torno a nuestro duelo, creo que jamás saldríamos de las primeras fases;nos quedaríamos ahí suspendidos, recreándonos. En la obra, Sais está todo el tiempo queriendo hacer algo trascendental, pidiendo por favor que entiendan que su amígdala cerebral no funciona al ritmo normal, y nadie atiende lo que él necesita. Quiere ir a ver las auroras boreales y acaba en Marina D’or haciendo una actividad acuática con niños. Cuando busca la compasión del resto, el resto le recuerda que su dolor es un dolor natural, soportable. 

¿Ve el texto desde un lugar diferente, ahora que ha pasado algo de tiempo?

No. Creo que este texto sigo viéndolo desde el mismo lugar. Al incidir más en él por llevarlo a escena he subrayado más algunas partes y he tenido que quitar otras, pero por cuestiones de ritmo y atención. Mirándolo solo desde la lectura, creo que para mí me sigue pareciendo todo necesario. 

Se dice que los escritores son personas que no cicatrizan. ¿Nota que la muerte de su madre aparece de una forma u otra en todo lo que va escribiendo?

Llevo un tiempo lidiando con muertes, en diferentes niveles emocionales. Así que, más que estar recurrentemente hablando en concreto de la muerte de una madre, en lo que escribo sí que hay siempre algún asunto de ausencia de seres queridos. No son los ejes centrales, pero es verdad que aunque intente escribir comedia, por ejemplo, al cabo de unas páginas ahí está, un personaje que perdió a alguien. 

Fecha: Viernes, 20.30 horas.

Lugar: Teatro Villa, Molina de Segura.

Precio: 10 euros.

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