La decisión del Gobierno de bonificar con 15 céntimos cada litro de gasolina o diésel, una cantidad a la que deberán sumarse los 5 céntimos de descuento extra que el Ejecutivo quiere hacer recaer sobre las petroleras, supondrá de forma inmediata un alivio en los bolsillos de quienes utilizan vehículos propulsados por estos dos tipos de carburantes, la inmensa mayoría de los que circulan por nuestro país. La rebaja, anunciada este lunes por el presidente del Ejecutivo, Pedro Sánchez, se aplicará directamente en las gasolineras.

A la espera de saber cómo se financiará el coste con cargo a los Presupuestos, la medida pone freno a la escalada del precio de los combustibles, un ascenso que se había cebado durante meses y que la guerra desatada por Rusia en Ucrania ha exacerbado. Ahora, todos los conductores, tanto profesionales como particulares, se podrán beneficiar al menos hasta el 30 de junio de un descuento que debería devolver a la gasolina y el diésel a unos niveles más próximos a los previos al conflicto armado.

La pasada semana, según el Boletín Petrolero de la Unión Europea (UE), el precio promedio del litro de gasolina 95 se situaba en 1,81 euros y el del diésel en 1,79. Ese dato reflejaba la primera bajada –de un 1,68 % y un 1,10 %, respectivamente– de los carburantes en once semanas, una racha que llevó ya en enero a que se batiesen los máximos que estuvieron vigentes durante más de nueve años.

Tomando esos datos como referencia, tras las medidas del Gobierno el litro de gasolina podría situarse en torno a los 1,61 euros y el de gasóleo sobre los 1,59 euros. Son registros que siguen estando por encima de los que marcaban las gasolineras antes de la guerra en Ucrania. En la semana previa al comienzo de la invasión de Rusia, el precio medio de la gasolina 95 se situaba en 1,57 euros, mientras que el diésel se pagaba a 1,46 euros, superando ambos combustibles en ese momento sus propios récords.

Pero la rebaja que avala el Gobierno este martes en el Consejo de Ministros sí servirá para aliviar la presión que recae sobre los usuarios, especialmente para los profesionales del transporte, que en los últimos días se han movilizado para exigir medidas al Ejecutivo.

Pero, ¿cómo se traducirá este descuento en nuestros bolsillos?

Con los precios que la semana pasada recogía el Boletín Petrolero de la Unión Europea, llenar un depósito medio de 55 litros con gasolina costaba 99,71 euros, y hacerlo con gasóleo, 98,83 euros. Si se acaba aplicando sobre esos precios un descuento de 20 céntimos por litro, cada conductor pagará 88,55 euros por llenar el coche de gasolina y 87,45 por echar diésel. De esta forma, el ahorro se situará en torno a los 10 euros por depósito.

El ahorro mensual para cada conductor será, lógicamente, diferente en función del volumen de consumo. Pero si tomamos como referencia un consumo de tres depósitos completos al mes, la medida del Gobierno se notará en un ahorro de 30 euros, uno por día.