El precio de la luz dará un respiro y bajará este jueves a 71,04 euros el megavatio/hora (MWh) tras el máximo anual de 74,58 euros alcanzado hoy, pero se mantienen los factores de mercado que han derivado en la escalada de precios.

La clave de las subidas en la factura de la electricidad reside en las subastas de energía que adquiere el mercado mayorista, que son las que determinan la tarifa regulada, también conocida como Precio Voluntario al Pequeño Consumidor (PVPC). Esta tarifa varía cada día en función de lo que le cuesta al mercado cubrir la demanda de electricidad. En primer lugar, el mercado recurre a las tecnologías más baratas para producir energía, como la hidráulica (lluvias) y eólica (viento), y después a las más caras, como gas y carbón.

El precio final queda fijado por la tecnología más cara, un motivo habitual de queja por parte de asociaciones de consumidores. Al ser este un verano en el que ha predominado el calor y las lluvias han sido más bien escasas, el mercado no ha podido recurrir con tanta frecuencia a la energía hidráulica y ha tenido que emplear energía procedente de las centrales de gas y carbón. Al ser elementos contaminantes, las tasas que deben abonar también repercuten en el consumidor.

El precio medio del mercado eléctrico español alcanzó en agosto los 64,3 euros por megavatio hora (MWh), su nivel más alto desde enero de 2017 (71,4 euros), un mes que estuvo marcado por los picos en el precio de la electricidad, después de la ola de frío en la segunda quincena del mes que llevó a tocar, uno tras otro, los registros más elevados desde diciembre de 2013, superando en algunos momentos de puntas la cota de los 100 euros por MWh.

Así, a lo largo del mes de agosto se llegaron a registrar los diez precios diarios del 'pool' más altos en lo que va de 2018, superando el pasado 29 de agosto los 70 euros por MWh. En septiembre se mantiene la dinámica y el precio ha tocado techo hoy, con 74,58 euros, un máximo anual.

El precio mayorista de la electricidad tiene un peso cercano al 35% sobre el recibo final, mientras que alrededor del 40% corresponde a los peajes y cerca del 25% restante, al IVA y al Impuesto de Electricidad. El Gobierno congeló para 2018, y por quinto año consecutivo, los peajes y cargos eléctricos con los que los consumidores sufragan los costes regulados.