Los clientes de bancos podrán migrar sus cuentas y todos los servicios vinculados a ellas, como las transferencias periódicas o las domiciliaciones, sin necesidad de pasar por su antigua entidad. Este proceso de portabilidad será similar al que se emplea para cambiar de compañía de telefonía, pero con una diferencia: en este caso no se conservará el número de la cuenta.

Esta medida está incluida en el proyecto de Orden sobre servicios, comisiones de cuentas de pago básicas, procedimiento de traslado y comparadores que está tramitando el Ministerio de Economía y Empresa y que se basa en un directiva comunitaria que debería haber entrado en vigor en 2016.

La Orden regula, por ejemplo, que la banca podrá cobrar una comisión máxima de tres euros al mes (36 euros al año) a los titulares de una cuenta básica por la prestación de varios servicios como la apertura, utilización y cierre; depósito de fondos, y retiradas de dinero en efectivo en las oficinas de la entidad o en los cajeros. Además, incluye instrucciones para el traslado de cuentas de pago con el objetivo de "fomentar una movilidad financiera".

Al igual que ocurre en el sector de las telecomunicaciones, los clientes podrán migrar de una entidad bancaria que opere en España a otra y el proceso, a petición del interesado, será iniciado por el proveedor de servicios de pago receptor y tendrá carácter gratuito. No hará falta ir a la entidad de la que se era cliente hasta ese momento. Serán los bancos los que, entre ellos, harán el traspaso.

La gran diferencia respecto a la portabilidad en telefonía está en que el cliente no tendrá el mismo número de cuenta, aunque sí se migrarán todos los servicios vinculados a ella, si lo pide el usuario, como las transferencias periódicas o las domiciliaciones. Evidentemente se traspasará el dinero de la cuenta origen e incluso se cerrará esta última si es el deseo del cliente y este no tiene pendientes ninguna deuda. Con la aplicación de estas medidas, para cambiar de banco no hará falta realizar transferencias de efectivo ni traslados físicos de dinero.