El calendario y el mercado abarrotado nos lo recuerdan: queda un mes para Navidad. Los más previsores eligen estos días el marisco que disfrutarán en las comidas navideñas. Las centollas son las favoritas. Otros mariscos como las nécoras, el bogavante o los camarones también soportan muy bien el proceso de congelación.

Un proceso sencillo pero que tiene sus trucos, para sacarle todo el partido al marisco. Lo primero es cocerlo y una vez cocido, y enfriado, envolverlo muy bien al vacío, o en film transparente. Así aguantará unas semanas en el congelador en perfecto estado. También hay especies que se pueden congelar crudas, como el bogavante. Igual de importante es descongelarlo. Así, dentro de un mes podremos disfrutar del mejor marisco sin arruinar la cartera.