"¿Para qué es esa fila?", le preguntaba una mujer a un hombre que aguardaba en una larga cola en la plaza del Romea esta mañana. "Para ir a por 'pastelicos de carne'". Y es que los sardineros han llenado la plaza de uno de los bocados más murcianos. Miles de pasteles de carne han acabado en el estómago de los que han aguaurdado pacientemente la larga cola, que empezaba justo frente a la puerta principal del teatro y se alargaba hasta la calle Besabé.

Cientos de personas, en un reguero continuo, han pasado ante las barras situadas por los sardineros, que han ofrecido a todos un pastel de carne de la confitería Espinosa, una caña de Estrella de Levante y una tajada dulce de melón, de Melones El Abuelo.

El reparto, hacia el medio día, ha hecho que en la plaza se cree un ambiente distendido y agradable.