Doña Sardina se despidió anoché de los murcianos y lo hizo anunciando su testimonio como viene siendo tradición. Sin embargo, en esta ocasión no lo hizo desde el balcón del Ayuntamiento, sino desde el Espacio Sardinero, la sede inaugurada en estas Fiestas de Primavera, sita en el Cuartel de Artillería. Pastora Soler fue la encargada de leerlo ante la familia sardinera.

El Testamento repasó los avatares de un año que ha dejado momentos tristes como el accidente de Los Alpes, personajes curiosos como ´el pequeño Nicolás´ y el logo de Murcia Turística, que tantos comentarios generó. Pero hubo un acontecimiento que marcó a la Sardina y así lo recogió en su legado: el descenso administrativo del Murcia. Y para ello dejó en herencia a Samper «una espina» por su gestión al frente del club. No faltaron tampoco las referencias al tansporte: AVE, nuevas líneas de tranvía, alquiler de bicicletas e incluso las señales que advierten a los peatones de un buen uso del móvil en la vía pública.

Antes de la lectura, las calles de Murcia acogieron el desfile del Testamento como antesala del día grande, y que estuvo marcado por los bailes, la animación, la diversión. El público, numeroso y fiel a la cita, se lo pasó en grande.