La Patrona de Murcia está de estreno. Y es que la Virgen de la Fuensanta lució este domingo un nuevo manto que, sin duda, es muy especial. Un manto bordado por manos inexpertas, pero cargadas de emoción y devoción.

El ‘Manto por la paz’ fue una iniciativa de la Corte de Damas de la Virgen de la Fuensanta, a partir de una idea de una de estas damas, Lucía de las Casas. «Era un sueño que tenía», reconoce, ya que «quería regalar a la Virgen un manto que fuera de todos los murcianos».

De este modo, los ciudadanos que lo han deseado han podido dejar sus puntadas en la cenefa que ribetea el traje que lució la Morenica en la procesión claustral que tuvo lugar el domingo en el interior de la Catedral. «No somos expertos y cada uno daba una puntada de una forma, más largas o más cortas», reconoce la presidenta de la Corte de Honor de las Damas de la Virgen de la Fuensanta, Pilar Cáceres, pero siempre bajo la supervisión de bordadoras expertas de los talleres del Paso Blanco de Lorca, encargadas de hacer el trabajo final. «Insistí en que dejaran las puntadas tal y como estaban, por lo que el dibujo en el que hemos participado los fieles es más irregular, pero está cargado de emoción». Y es que «en cada puntada hay muchas peticiones y agradecimientos a la Virgen».

Con un diseño realizado por el arquitecto Fernando Garrido, se trata de una prenda cargada de simbología. Así, por ejemplo, se pueden ver varias aves con ramitas que no son producto del azar. «Las aves llevan las semillas de las plantas de un lado a otro, y en este manto, las palomas, jilgueros y gorriones que aparecen llevan las ramas de la huerta murciana, fecunda, fértil y maravillosa para que esa semilla de la devoción por la patrona llegue a todos los lugares del mundo en los que ellos la depositen», explica Lucía de las Casas.

«No queríamos caer en el tópico de la clásica paloma de la paz», asegura, por lo que «lleva la Santísima Trinidad, que simboliza la paz: la creación, el amor y la sabiduría». También se puede ver en la nueva prenda de la Morenica 12 estrellas que simbolizan las 12 tribus de Israel y dos águilas reales, que son símbolo de nobleza. «Es el manto para una reina, debían estar en la parte baja del manto las dos águilas reales», subraya, al tiempo que hace hincapié al escudo de la ciudad de Murcia que se puede ver en el pecho del vestido.

Si fueron miles los fieles que participaron en la elaboración del manto, también fueron otros tantos miles los murcianos y visitantes que quisieron ver de cerca la prenda, ya terminada. Y es que el manto ha estado expuesto en el Museo de la Catedral desde el martes pasado hasta el sábado, día en el que la camarera de la Virgen lo requirió para vestir a la Morenica.

Frente a la prenda, una mujer emocionada aseguraba el viernes que sentía «un estallido de emociones»,mientras otra subrayaba que el manto es «precioso». De las Casas reconocía a esta Redacción que «no puedo apartar los ojos del manto, es de una belleza impresionante». Una prenda que también llamaba la atención de los turistas que visitaban el Museo de la Catedral la pasada semana y que no conocían la historia de esta prenda tan especial.

A pesar de la expectación levantada estos días y de los miles de fieles que participaron en la elaboración del manto, no podrá ser visto hoy durante la Romería hasta el Santuario de la Fuensanta. Y es que no se trata de un ‘manto de viaje’, sino para lucir cuando la Patrona de Murcia se encuentre en su camarín en el Santuario o en la Catedral ya que las flores y el polvo del ambiente podrían ensuciar el delicado bordado, no apto para la calle. Pero, cuando la Morenica esté instalada en la Fuensanta, cualquier momento del año será bueno para que luzca el manto que los murcianos le bordaron.

La iniciativa

La idea liderada por Lucía de las Casas y la Corte de Damas de la Virgen arrancó hace ahora un año, cuando De las Casas propuso a la presidenta de la junta directiva de la Corte llevar a cabo este proyecto. La promotora de esta iniciativa tenía muy claro quién debía ser el diseñador del manto: el arquitecto Fernando Garrido, a quien califica como un hombre «muy culto, inteligente y con una profunda formación teológica». La Corte de Honor recibió el visto bueno inmediato del Obispado y del Ayuntamiento de Murcia, al tiempo que el Consistorio se ofrecía para donar el hilo de oro con el que habría de bordar el manto y para ceder las instalaciones municipales necesarias para que la prenda pudiera estar cerca de los murcianos y demás devotos que quisieran dejar su puntada en ella.

De este modo, el manto ha estado expuesto, durante los meses de marzo a junio, en la Sala de Exposiciones en el Ayuntamiento, tras lo cual pasó por el Museo Ramón Gaya, el Museo de la Ciudad, los Molinos del Río y el centro cultural Puertas de Castilla, para terminar en el Palacio Almudí, donde recibió su última puntada el 14 de junio. Fueron 90 días en los que el nuevo vestuario que se une al ya extenso ajuar de la Virgen recorrió la capital del Segura para que cualquier murciano o visitante que quisiera dejar su huella en él, pudiera hacerlo. Porque no solo participaron en la iniciativa habitantes de la ciudad, sino también de otros puntos de la geografía española y el mundo, como turistas y visitantes venidos de países como Argentina, Alemania, China y Japón. Así, se ha bordado dando entre 15 y 20 vueltas al hilo para elevar el bordado, antes de las puntadas finales realizadas por las bordadoras de los talleres lorquinos. «Normalmente se utiliza algodón fino para subir el dibujo del bordado, pero a los murcianos no nos ha hecho falta», bromea.

Por supuesto, no faltan las anécdotas durante los días de bordado. De las Casas recuerda a un grupo de argentinos que, estando de visita en la ciudad, se enteraron de la iniciativa y quisieron dejar sus puntadas en el manto de la Virgen, así como de varios turistas japoneses, no creyentes, pero que al explicarles la iniciativa se inclinaron ante la prenda. También guarda con «especial cariño» las visitas de invidentes que querían bordar el manto y a los que las damas de la Corte de Honor ayudaban a sujetar la aguja para que pudieran dar su puntada, o la historia de una mujer de unos 50 años que pidió dar «dos o tres puntadas». Lucía de las Casas recuerda que «la mujer se santiguó antes de empezar y dio sus puntadas, antes de marcharse». Semanas más tarde, ya con el manto en otro emplazamiento, volvió a presentarse ante la promotora de la iniciativa. Así, le contó que tenía un hijo bastante conflictivo, que no quería trabajar y estaba «metido en temas turbios» y que le había pedido a la Virgen «que me ayudara con mi hijo». Ahora, volvía para agradecerle a la Patrona de Murcia que su hijo le había pedido perdón por su actitud y había comenzado a acudir «cada mañana» al negocio familiar para trabajar en él.

«No hay ninguna patrona que tenga un manto bordado por su propio pueblo», asegura De las Casas, quien no puede evitar mostrar su emoción en estos días de tanto ajetreo para las damas de la Morenica. «Nosotros nos iremos pero este manto quedará para la Fuensanta y para la historia de nuestra ciudad».

Las Damas de la Patrona

La Corte de Honor de Damas de la Virgen de la Fuensanta tiene su origen hace ya más de un siglo, en el año 1915, cuando el entonces obispo de la Diócesis de Cartagena, don Vicente Alonso Salgado, de modo que, desde entonces, el titular del Obispado ostenta el cargo de presidente de la Corte, a pesar de que se trata de una asociación católica femenina. Desde 2012, Pilar Cáceres preside la junta directiva de esta asociación católica.

Para ser miembro de la corte es necesario ser mujer, católica y haber hecho la Primera Comunión. Cumpliendo estos requisitos, las componentes de la Corte se encargan de materializar los cultos a la Virgen cuando ésta se encuentra en Murcia, como la Novena que se ha realizado estos días en su honor en la Catedral, y también establecen turnos «para acompañarla», explica Pilar Cáceres.

Otra cita importante para las damas de la Patrona es el 5 de marzo, cuando pasan a los niños nacidos durante los últimos 12 meses por el manto de la Morenica para que «los proteja y bendiga», uno de los momentos «más bonitos y emotivos» que organiza la Corte de Honor. La presidenta de la junta directiva de la asociación asegura que cientos de bebés pasan junto al manto de la Virgen de la Fuensanta cada año.

También destaca la imposición de medallas a las nuevas damas de la Virgen, que tiene lugar dos veces al año, una de ellas el pasado viernes. Así, en esta ocasión, unas 30 mujeres han pasado a formar parte de la Corte de Honor de la Virgen, muchas de ellas jóvenes que quieren mostrar su devoción por la Patrona de Murcia. «Somos una asociación viva, que se va renovando», afirma Cáceres, quien asegura que «hay relevo» entre las damas de la Virgen, que se muestran por lo general «con ilusión y amor por la Virgen» en este día especial.

Cientos de mujeres que quieren dedicar su tiempo a la Virgen de la Fuensanta y que, sin su dedicación y empeño, no habría sido posible que la Patrona estrenara vestido y manto este año. La devoción mueve montañas.