Durante el siglo XVII, la Virgen de la Fuensanta no era una de las advocaciones con mayor devoción para los murcianos.

Como lo demuestra el hecho de que no fue sacada en procesión en 1648, cuando se llevaron hasta la Catedral las imágenes de: la Virgen de la Arrixaca, San Roque, San Sebastián y la Virgen de los Remedios; con la finalidad de atraer las lluvias hacia la huerta murciana.

La Patrona del Reino, y por tanto de la ciudad de Murcia, era la Virgen de la Arrixaca. Que contaba desde siempre con el cariño popular, era sacada continuamente en rogativas y, como muestra de aprecio, el municipio le regaló unas andas de plata en 1626.

De la Fuensanta se empieza a tener constancia de su existencia por el siglo XV. A finales del XVI el Consistorio reparó la fuente de su ermita en el monte. Principalmente, La Fuensanta, recibía culto durante dos momentos a lo largo del año: en la Encarnación y la Natividad. Se sabe que alguna vez se trasladó su imagen hasta el Hospital, pero nunca fue llevada en procesión hasta Catedral.

Según cuentan las crónicas, la elección de La Fuensanta como patrona de Murcia en detrimento de la Arrixaca, obedece a un grave enfrentamiento que mantuvieron el Obispo de la Diócesis Medina Chacón y el Cabildo Catedralicio.

El Obispo y el Cabildo se encontraban en disputa, entre otros motivos, por la "facultad de incidir, dirigir, y gobernar las procesiones". En los años 1693 y siguientes, sobrevino una gran sequia que tenía asolada la Región. Se tomó la decisión de sacar en procesión diversas imágenes que había en Santuarios y parroquias de la ciudad. El obispo, de acuerdo con los Agustinos, dispuso que se trasladase la Arrixaca a la Catedral, a lo que se opuso el Cabildo haciendo patente su enfrentamiento con el Obispo.

El 15 de enero, los miembros del Cabildo se pusieron de acuerdo con los Capuchinos para bajar del monte a la Fuensanta, y el obispo tomó las medidas para que ello no se produjera. Al día siguiente el Cabildo hizo caso nulo a las advertencias del Obispo y la Fuensanta fue bajada por la tarde hasta el convento de Capuchinos y conducida al día siguiente hasta la Catedral con gran solemnidad.

¿Cómo se convirtió la Virgen de la Fuensanta en Patrona de Murcia? El Obispo reaccionó excomulgando a varios canónigos y el Cabildo se reunió de urgencia frente a la Catedral, en medio de una gran muchedumbre. La tensión fue tal que tuvo que intervenir el Concejo de la Ciudad para poner calma. Finalmente se celebró una procesión presidida por el Obispo, con gran disgusto. Al pasar la procesión por la iglesia de San Agustín, en signo de paz, se introdujo a la Fuensanta en ella y se rezó una salve en la capilla de la Arrixaca junto a ésta.

Y fue en este momento cuando se obró el milagro. Empezó a llover copiosamente, incluso se cuenta que nevó, en medio de la excitación general de los murcianos. A partir de aquí se empieza a edificar un nuevo Santuario para la Fuensanta. Durante algún tiempo las dos vírgenes, compartieron cargo como patronas de Murcia.

Fue en el año 1702 cuando otra gran sequía "ahogó" los cultivos de la huerta. Se le hicieron rogativas a la Arrixaca y no llovió. Cuando las oraciones pasaron a la Fuensanta se presentó la lluvia. En 1731 fue la última vez que la Arrixaca fue llevada en procesión hasta la Catedral, para solicitar la gracia de la lluvia. Poco tiempo después, la Fuensanta ya era considerada única patrona de Murcia.

Fuente: La Región de Murcia y su Historia. Corregidores, Patricios y Santos Murcianos. Francisco Flores Arroyuelo.