Los aficionados rusos congregados en el estadio Krestovski de San Petersburgo silbaron el sábado a los futbolistas belgas cuando estos se arrodillaron para denunciar el racismo

Esto ocurrió justo antes del inicio del partido, en el que los "diablos rojos" derrotaron con comodidad al equipo local (3-0). 

Liderados por Romelu Lukaku, que marcaría dos goles, los belgas hincaron la rodilla, un gesto ya es habitual en algunos campeonatos y que emularán en la Eurocopa otros equipos como Inglaterra y Escocia. El árbitro, el español Mateu Lahoz, también secundó el gesto.

Los futbolistas de la selección rusa, donde han jugado futbolistas negros en el pasado como el brasileño Ari, decidieron no imitar a sus rivales y no se solidarizaron con el movimiento Black Lives Matter (BLM).