La Cofradía de Pescadores de San Pedro del Pinatar es una entidad sin ánimo de lucro que vela por los intereses económicos, sociales y laborales de sus 150 integrantes y 65 empresas, luchadores incansables que se emplean a fondo dentro de un sector que históricamente ha distinguido a este municipio costero. Desde hace dos años, Jesús Antonio Gómez Escudero, ocupa el cargo de Patrón Mayor o presidente de la entidad, en la que fue cuatro años vicepresidente. Explica que la Cofradía no es una organización al uso, sino que es «especial, pues al contrario de otras entidades que agrupan a trabajadores por un lado y a empresarios por otro, aquí estamos todos juntos sumando esfuerzos y trabajando en unión, pescadores y armadores en un porcentaje de mitad y mitad. Es decir unimos la parte económica con la social en la misma entidad y ambos intereses van de la mano, no por separado».

Asimismo, el presidente comenta que se trata de la única cofradía de España que gestiona dos lonjas, la de Lo Pagán, en el Mar Menor y la del Puerto de San Pedro del Pinatar, con lo que ofrecen una mayor cantidad y variedad de producto. Su campo de actuación abarca desde el Mar Menor y el Distrito Marítimo de San Pedro, que ocupa desde Cabo de Palos hasta el límite con la provincia de Alicante, «ofreciendo a los pescadores todo tipo de servicios fiscales, de documentación y gestiones y el asesoramiento que precisan».

Romería marinera

Sin perder de vista las actividades propias del día a día del mar, la Cofradía de Pescadores de San Pedro del Pinatar también tiene la mirada puesta en la próxima Romería de la Virgen del Carmen, que tiene una historia de más de 125 años. Afirma que la devoción por la patrona en el municipio de San Pedro del Pinatar no se limita solo a los pescadores, «sino que es un sentir general de toda la población y de muchísimas personas que habiéndose marchado a vivir fuera, regresan estos días para homenajear a la Virgen del Carmen. Es un sentimiento que se transmite de padres a hijos».

La Cofradía de Pescadores fue la que hace más de un siglo puso en marcha esta tradición. «Los antiguos pescadores se encargaron de que así sucediera. Yo vengo de cinco generaciones de pescadores y ellos son los que empezaron y nosotros conservamos la iniciativa de esta festividad, que es nuestra. Lo que sucede es que, por la importancia que ha cogido en los últimos 30 o 40 años, nosotros solos no podemos y el Ayuntamiento y la Asociación Virgen del Carmen van con nosotros y colaboran en la organización con mucha entrega y dedicación. Es una labor y responsabilidad compartida entre tres partes».

La organización de la Romería marinera recae íntegramente en la Cofradía, y la terrestre se hace en colaboración con el Ayuntamiento. Por su parte, la Asociación Virgen del Carmen se esmera para que la imagen y los tronos salgan lo más bonito posible.

El papel de la Cofradía es fundamental a lo largo de toda la mañana de la festividad. Los días previos y el 16 de julio (festividad de la Virgen del Carmen) trabajan a marchas forzadas por el esfuerzo de organización que supone coordinar a los 24 barcos pesqueros y más de 100 embarcaciones deportivas que quieren seguir a la patrona esa mañana. Describe la Romería marítima como «algo digno de ver, con dos filas de barcos custodiando a la embarcación que lleva a la patrona y que suele ser el barco más nuevo, y detrás, la banda de música». «Hay que coordinar que ningún barco se cruce por en medio y que vayamos todos alineados». Para el presidente de la Cofradía de Pescadores de San Pedro del Pinatar, el día de la Romería «es la culminación de todo el trabajo que se realiza antes y es el día de mayor actividad y de más responsabilidad, porque empezamos a las 7 de la mañana, aparte del esfuerzo que supone:

De la misma forma, «hay que tener muy en cuenta que se debe organizar a miles de personas, tanto en la romería terrestre como en la marítima, y eso supone una planificación realmente importante para que todo el itinerario se desarrolle con absoluta normalidad y que no tengamos ningún problema de seguridad».

Pero la Cofradía, además de su trabajo diario y de organizar la romería, tiene un compromiso con el mar y con su ecosistema. Así, participan en varios proyectos de investigación. Son promotores de un estudio sobre el langostino del Mar Menor que realizan en colaboración con las cofradías de Guardamar del Segura y Santa Pola y colaboran en varios otros, como el de la Fundación Biodiversidad y el que se hace en colaboración con las cofradías de Motril (Granada) y de Palamós (Gerona). Todos tienen que ver con la conservación de las especies marinas, «para lograr que la población no disminuya».

Explica que en los últimos años la pesca en la zona que abarca la Cofradía ha visto reducida la cantidad de especies comerciales, que antes eran diez o doce las que se podían capturar en abundancia y ahora, aunque se pesca alguna, son cantidades muy pequeñas, por lo que tienen que conformarse con la dorada, el langostino, la lubina y la anguila.