Desde 1922 la Asociación Virgen del Carmen tiene un cometido: que la patrona de los marineros salga en la Romería lo más bonita posible, así como los cuatro altares que se engalanan para las ceremonias litúrgicas. Estos días, las componentes de la Asociación se afanan ante la celebración el próximo lunes de la Romería, una tradición que volverá a dejar patente un fervor que cada año comparten miles de personas. Charo García, presidenta de la Asociación señala que la devoción en el municipio «está más viva que nunca. Cada 16 de julio esperamos mucha gente asistiendo a la Romería, pero después viene muchísima más», afirma con orgullo. Comenta que llegan a Lo Pagán vecinos que han marchado a vivir fuera pero reservan unos días para volver por las fiestas.

En estas fechas se incrementa el ritmo de trabajo en la Asociación. Como reconoce la presidenta, «nuestra misión es que todo salga bien y se celebre con muy buena armonía». «Lo esencial es que no fallemos en nada y que a la Virgen no le falte ningún detalle». Junto al resto de sus compañeras realizan una labor encomiable que se puede contemplar estos días en multitud de detalles, como los arreglos florales del trono y la iglesia, así como todos los elementos necesarios para la misa de campaña programada a las ocho de la mañana del mismo día de la procesión marítima, justo antes de que la imagen de la Virgen salga en romería hasta Lo Pagán. «Nos encargamos de preparar el altar en la plaza de La Constitución, donde se celebra una misa preciosa», apunta.

Cada año la Asociación nombra socio de honor a un pescador pinatarense, distinción que en esta ocasión ha recaído en José Luis Pérez, conocido en la localidad como ´Los conejos´. Charo García destaca que se trata de una persona «entrañable, un pescador vinculado a la mar desde los 14 años y una persona muy querida, pues se caracteriza por ayudar a todo aquel que puede. Con nuestra Asociación colabora muchísimo desde hace varios años». Así, se le hace entrega de la Medalla de Plata de la Virgen y un reportero.

La presidenta también alaba el buen gusto de Eustaquio Espinosa, el florista «que cada año nos sorprende con la belleza del arreglo floral». Además, la camarera de la Virgen, Dolores Gallego, se encarga de que la imagen esté en perfectas condiciones durante todo el año.