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Los tatuajes se encuentran a la orden del día; cada vez resulta más habitual ver o conocer a personas con, al menos, una pieza de este tipo de arte en su cuerpo. Por este motivo, es necesario tener en cuenta una serie de cuestiones antes de decidirse a pasar por este proceso.

Los tatuajes son huellas para toda la vida, por lo que hay que asegurarse de elegir bien qué nos queremos hacer y en manos de quién estamos dispuestos a ponernos.

Un factor importante en este proceso es la higiene. Es primario evitar acudir a estudios que no tengan licencia o locales acondicionados en medidas sanitarias, pues las posibilidades de infección serán mayores.

Otro de los factores que se debe controlar antes de exponerse a la aguja del tatuador es el «¿qué me hago?». Y ante ello, lo principal es estar seguro de que se trata de algo que nos gustará siempre, durante toda la vida.

El tamaño del diseño es otra de las cuestiones que preocupa a los primerizos en el mundillo. Existe una tendencia a creer que si se prueba con un tatuaje pequeño, correremos un menor riesgo de arrepentirnos pues serán más fácil de borrar, tapar, etcétera. Sin embargo, la recomendación que hacen aquellos con destreza en este particular tipo de arte es que, para iniciarnos, los tatuajes medianos son la mejor elección, pues dan mayor libertad al tatuador, importante para el mejor acabado de nuestro tattoo.

El último elemento a tener en cuenta es dónde encontrar un tatuador capaz de captar y desarrollar nuestra idea; hoy día existen muchos estudios especializados en tatuajes a los que acudir en todos los lugares del mundo; la cuestión es buscar aquél que más nos convenza hablando con el profesional y contándole la idea.