Unos 200.000 alumnos de toda España afrontan este mes de junio las que pueden ser las últimas pruebas de acceso a la universidad (PAU) tal y como se han hecho en los últimos cuarenta años. La Ley orgánica para la mejora de la calidad educativa (Lomce), conocida popularmente como la ley Wert, prevé que el curso 2016-2017 la selectividad se sustituya por otra prueba que será obligatoria para obtener el título de bachillerato y acceder en la universidad. Modesta Pousada, profesora de Psicología e investigadora de la UOC, detalla cuáles son las claves para que estos 200.000 jóvenes superen la última convocatoria de la selectividad.

1.- Planificar: se tiene la percepción de que es una pérdida de tiempo y de que es más efectivo ponerse a estudiar de forma inmediata. «Eso es un error porque una planificación bien pensada nos ayudará mucho a optimizar todos nuestros recursos: el tiempo que tenemos para preparar las pruebas, los esfuerzos que debemos dedicar y la motivación para poder hacerlo», explica la profesora de la UOC. Pero ¿cómo hay que hacer esta planificación? El primer paso „detalla Pousada„ es identificar las materias, los contenidos o las competencias que el estudiante tiene aprendidos y los que no. «Los primeros solo se deberán revisar y repasar, los segundos se deberán trabajar con más intensidad», puntualiza. El segundo aspecto que hay que tener en cuenta en el proceso de planificación es identificar el tiempo que el alumno tendrá para preparar las pruebas. Hay que hacer un calendario de trabajo que sea «realista, individual y con descansos». «Realista, porque una tarea terminada es una experiencia positiva que genera confianza y seguridad; individual, porque cada uno sabe en qué momento del día trabaja mejor (las tareas más complicadas se deberían hacer en los momentos con más energía), y con descansos, porque los resultados son mucho mejores si las sesiones de estudio son más cortas y espaciadas en el tiempo».

2.- Comprender: la comprensión ayuda al aprendizaje y al recuerdo. Según Pousada, es «fundamental» que el estudio se realice dando sentido a aquello que queremos aprender. «Una fórmula que funciona es relacionar lo que estudiamos con lo que ya sabemos o vincularlo con fenómenos cotidianos», concreta.

3.- Repasar: la retención de aquello que se estudia exige un repaso. Según la experta, un factor clave que se sabe de la memoria es que el olvido se produce de forma muy rápida. Es por eso, añade, que hay que planificar varios repasos. El primero debe ser inmediato al aprendizaje: «justo cuando se termina la sesión de estudio y antes del momento de descanso», explica. El segundo, al final de la jornada: «por ejemplo, antes de acostarse se puede hacer una rápida revisión de lo que se ha trabajado y dedicar unos minutos en los conceptos que más cuestan». El tercero se tendría que hacer 24 horas más tarde, aunque sea solo una revisión visual de lo que se ha estudiado el día anterior, y el último repaso, unas horas antes del examen.

4.- Marcar cada asignatura con un color: el que durante la selectividad se hagan varios exámenes en un mismo día puede ayudar a confundir contenidos entre diferentes materias. «Una manera de evitarlo es hacer nuestras anotaciones o utilizar marcadores de diferentes colores para cada asignatura», explica. Es un método muy sencillo pero que visualmente ayuda al estudiante sin darse cuenta a asociar los contenidos al contexto correcto y diferenciarlos de otra asignatura.

5.-Aprender a gestionar la ansiedad: muchos estudiantes viven los exámenes de selectividad con la presión de sentir que se juegan mucho y que su futuro dependerá del resultado que obtengan. «Estos pensamientos generan a menudo ansiedad y eso no juega a favor del alumno, ni en el momento de prepararlos ni tampoco en el de realizar la prueba. Aprender, pues, a gestionar la ansiedad en situaciones de estrés es un recurso a tener en cuenta», concluye.

La experta:

Modesta Pousada: psicóloga e investigadora de PSINET, grupo de investigación del IN3 de la UOC que estudia los aspectos psicológicos vinculados al uso de las TIC con relación a la salud y la calidad de vida de las personas.