La Región reúne excelentes condiciones para el cultivo de la vid y para la elaboración de vinos de calidad. La variedad de suelos y climas permite la producción de una amplia oferta de vinos tintos, rosados y blancos. Las zonas destinadas al viñedo se localizan básicamente en los ámbitos de las tres denominaciones de origen de la Región: Bullas, Jumilla y Yecla, aunque existe además una IGP en el Campo de Cartagena, que comercializa Vinos de la Tierra, y otra de Murcia, muy reciente con pequeñísima producción.

El vino se ha convertido en uno de los motores de la economía regional, avanzando posiciones en un mercado cada vez más global y competitivo. Muchos factores han permitido que la imagen de los vinos murcianos se haya revalorizado en los últimos años. Los vinos de la Región de Murcia poseen las características derivadas principalmente de la cepa Monastrell, que se adapta perfectamente a las condiciones medioambientales. De ella se obtiene una gama muy amplia de vinos de calidad, a veces en coupage con otras variedades tintas complementarias. La Región tiene 89 bodegas, que generan más de 150 millones de euros al año. Los datos declarados de la campaña 2012-2013 recogen una producción nacional de 30,39 millones de hectolitros. El 46,1% del vino murciano se comercializa con DOP. Las tres denominaciones de origen han sabido sacar el máximo partido a sus vinos, siendo, muchos de ellos, los más premiados en catas ciegas y en multitud de certámenes internacionales. Se trata de denominaciones amparadas por sus respectivos consejos reguladores y que se hallan respaldadas por la identificación de la Unión Europea, VCPRO (Vinos de Calidad Producidos por Regiones Determinadas).