En los últimos siglos se dieron a la imprenta una nutrida serie de diccionarios, de los denominados genéricamente como histórico-geográficos. Todos nos ofrecen datos de interés para nuestras investigaciones, aunque algunos de ellos son de contenido muy escueto.

Entre los verdaderamente interesantes, por la gran aportación de antecedentes que ofrece, está el Diccionario Geográfico-Estadístico de España y Portugal. Obra en diez volúmenes, que se empezó a publicar el año 1826, para culminarla dos años más tarde, y de la que fue autor el doctor don Sebastián de Miñano y Bedoya, Individuo de la Real Academia de la Historia, y de la Sociedad de Geografía de París.

En el volumen VII, que salió en 1827 de la Imprenta de Pierart-Peralta, sita en Madrid, Plazuela del Cordón, número 1, es decir a espaldas de la Plaza de la Villa, es el que nos ofrece la información que necesitamos para este rebusco. Va contenida en dos apartados, el primero de ellos ofrece información sobre el valle de Ricote en general; y que transcrita y puesta al día en cuanto a supresión de abreviaturas, dice lo siguiente:

RICOTE, Valle de España, provincia de Murcia, partido de Cieza. Se compone de las villas de Ricote, aunque está fuera de lo que propiamente se llama valle, Albarán (sic por Abarán), Blanca, Ojós, Ulea y Villanueva, cuyos vecindarios se hallarán en sus respectivos artículos. Como a ½ legua más abajo de Cieza se introduce el río Segura, entre dos sierras paralelas, cuya dirección es de N.N. O. a S.S. E., tan unidas por algunos sitios que apenas dan paso al río, después de vencidas mil dificultades, como se ve hoy día en el estrecho llamado del Sorbente, en el que está cortada por dicho río una sierra que lo atraviesa, conociéndose en la piedra los roces sucesivos, hechos en el espacio de los siglos, y los enormes pedruscos, por entre los cuales pasan las aguas, ocultándose a la vista. En tiempo de avenidas ofrece una vista majestuosa, formando un grande estanque, pequeña idea del que debió existir en los siglos remotos. Como a ¼ de legua de la entrada en el referido valle, y en la confluencia de la rambla del Moro, está la presa que da riego a la villa de Albarán y Blanca, ambas a la izquierda del río, partiendo una grande acequia por cada lado. A corta distancia empiezan las hermosísimas huertas de limones y naranjas, que son su cosecha principal, granadas, higos, y demás frutas conocidas, descollando entre esta diversidad de árboles la majestuosa palmera, cuyo fruto compite con el de Berbería. No hay pluma que pueda describir la hermosura de estos sitios encantadores, ni las obras que se han ejecutado para proporcionar riego a terrenos que, por su cortedad y mala proporción, parece imposible puedan resarcir los gastos en muchas generaciones; pero sucede lo contrario. La sierra del N. está muy escarpada, y presenta exposiciones favorables. No son obstáculos los barrancos y torrentes secos que se despeñan; a estos los sujetan a cauce, los profundizan, construyen un puente sólido en toda su longitud, ponen encima dos o tres varas de tierra, y lo plantan, formando un deliciosísimo y productivo huerto. No se contentan con esta adquisición, sino que escarpan la parte del cerro, y más si es tierra, ensanchan la área, y forman un espaldar de parras, cuyas uvas duran en ellas hasta febrero. Últimamente, ponen sobre este escarpado higueras de pala, que les sirven de cercado. Otras veces taladras cerros, otras elevan el agua a una considerable altura, y otras, en fin, hacen obras de mil clases. Es tal el producto de lo que llaman agrara (sic por agrura) o fruta de ácido, que de estas cinco villas solamente se surte toda la provincia, las de Cuenca, Mancha, Guadalajara y Toledo, la capital del reino, y una gran parte de las Castillas, llevándolas hasta Vitoria, de donde traen todo el herraje. Es tan productivo el plantío de esta clase de árboles, que como esté en terreno abrigado, y se riegue de pie, hay tahúllas que arriendan a mil reales anuales. Una tahúlla equivale a 1.000 varas cuadradas, o 100 estadales cuadrados de a 12 pies. Tiene el valle de longitud, desde la huerta de Cieza hasta los baños de Archena unas 3 leguas; su anchura es, indeterminada y siempre pequeña. La cuesta que hay para pasar el estrecho del Sorbente y la plaza de Villanueva son los dos puntos de vista mas hermosos. No se puede estar en primavera en estos sitios, pues trastornan la cabeza, al que no está acostumbrado, los olores balsámicos de tanta variedad de árboles.

Solo falta a la felicidad de estos pueblos el establecimiento de una fábrica de ácido cítrico. El limón y naranjo cargan infinitamente de fruto; de modo que en el invierno un pequeño viento derriba muchísimos: si estos se pudren en la tierra, la inutilizan por muchos años, y así es que los dan de balde, o pagan para que los arrojen al río: con la fabrica no sucedería así.

El segundo bloque ofrece la información sobre el término y jurisdicción del municipio de Ricote, que aquí les trasladamos:

RICOTE, Villa Ordinaria de España, provincia de Murcia, obispado de Cartagena, partido de Cieza, vicaría de Yeste vere nullius. Alcalde Ordinario y Regidor, 383 vecinos, 1.656 habitantes, 1 parroquia que tiene por aneja a la de Ojos, 1 pósito. Es cabeza del valle de su nombre, y pertenece a la encomienda de la Orden de Santiago, que en el día posee el Serenísimo Señor Infante D. Francisco de Paula. Tiene dicha Orden una casa en esta villa, en que reside el administrador de las cinco que pertenecen a esta encomienda. El nombre de esta villa es de origen arábigo, y se halla situada en el valle de su nombre, cercado por todas partes de sierras pobladas de maderas muy útiles, y de excelentes pastos. Su huerta, que excede de 1.000 tahúllas, por estar escasa de aguas, a causa de no tener mas que la de una fuente que nace al pie de una sierra, no fructifica; así en más de dos terceras partes está plantada de olivos, que se hacen muy grandes, y hay algunos tan antiguos, que el tronco se ha dividido en dos o tres partes o gajos, distantes uno de otro más de una vara. El aceite que se coge es muy claro y de buen sabor, a causa de que la aceituna no se desmuñe, sino que se espera a que después de madura caiga al suelo, de donde la recogen mujeres y niños. En medio de la huerta hay una ermita dedicada a Nuestra Señora. También se produce espontáneamente en dicha huerta una yerba muy purgante que llaman comúnmente yerba de Ricote: a ¼ de legua del pueblo hay una fuente que sirve para el abasto de los vecinos, en la sierra que, por pertenecer al pueblo, la llaman de Ricote. En un cerro inmediato hay un pozo para recoger la nieve, en donde se conservan vestigios de un antiguo castillo de moros. Los vecinos de la villa cultivan también dos campos de secano que se hallan a 2 leguas de ella, el uno al O., que por estar dentro de la jurisdicción se llama de Ricote, y el otro está situado al S., y se llama la Alquibla, con alusión a su posición topográfica, conservando hasta el día de hoy el nombre árabe de Alquibla, que significa aspecto o situación al Mediodía.

Por las memorias recogidas para la vida del Santo rey don Fernando III, consta que se coronó por rey en el año 1228 un moro llamado Haben Hut (Ibn Hud), que después fue de Murcia. Produce 1.500 fanegas de trigo, 250 de cebada, 140 de maíz, 750 arrobas de aceite, frutas, seda y ganados. Industria: 2 hornos de cocer pan, 2 molinos harineros y 3 de aceite. También se emplea la gente pobre en el esparto, del que forman cordeles, cuerdas, y una especie de calzado que llaman esparteñas, de que surten el mercado de Murcia y el arsenal de Cartagena. Dista 5 leguas de la capital, 59 de Madrid y 40 de Granada. Contribuye por todas rentas 25.080 reales 10 maravedís, de los cuales corresponden a rentas provinciales 8.581 reales 18 maravedís.