l pasado 25 de agosto y en la Iglesia San Sebastián de Ricote, celebraron sus bodas de oro, nuestros entrañables paisanos, Jesús Avilés Moreno ('Jesús de Remigio', en honor a su padre) y su encantadora esposa, que iba de dulce, Ana María Fernández Gutiérrez. Actuando de padrinos, su hijo mayor, Francisco Javier Avilés Fernández (doctor en Medicina) y su mujer, Elena Gil Gil, que junto con sus numerosos familiares y amigos (en su mayor parte integrantes del Clan de los Bonis y de los Condes, dinastía de alto standing y pedigrí). Creándose entre todos y con lo mejor de cada uno, un ambiente muy particular y emotivo, en un día especialmente señalado y cargado de simbolismo.

Poniendo la guinda, para colmar el vaso de la felicidad, la deliciosa homilía pronunciada por nuestro sacerdote de moda, recientemente ordenado, Sergio Palazón Cuadrado, en una mañana inspiradísima, que les hizo saltar las lágrimas.

Y, por si faltaba algo, como remate final, una muy variada y suculenta comida, lo mejor de su repertorio, servida por el Restaurante El Sordo (súper galardonado, a todos los niveles, y uno de los más cotizados de España) que terminó a las tantas y con un gratísimo regusto, con el marchamo propio de las grandes celebraciones. Saltándose más de uno el régimen a la torera, como le ocurriera al zagal de 'Paco de Portillo', José María López López, el marido de la Gloria, de ordinario muy parco en palabras, pero que en esta ocasión se mostró muy ocurrente y dicharachero, exclamando para sí: «¡Un día es un día!»

Algo parecido, echando mano a la moviola, les pasó hace 50 años, en sus esponsales 'de verdad', celebrados en la Iglesia del Sagrado Corazón de Jesús (Barcelona) el 14 de septiembre del año 1969, bonito número, y en el que actuaron de padrinos, el padre de ella, Bernardo Fernández Salvador y su madre, María Moreno Ibernón, que, hasta su marcha definitiva de la localidad, acompañando a sus hijos a Madrid o Cataluña (el orden no importa), 'vivía' enfrentico de nuestra casa , en la calle de Santiago, número 17, con lazos afectivos muy arraigados y en íntima conexión con mi burra 'Nana', más que un totem, que suministraba el agua de la Fuente Buena a ambas familias; y eso es algo que jamás se olvida€

No me quedaría a gusto, como apunte final, sino dijese, diferencias de edad aparte, que siempre he mantenido con Jesús un cordialísimo trato y una gran cercanía y casi parentesco espiritual. Como lo demuestra el hecho, y no es un asunto baladí, que compartiéramos las mismas aficiones, todo un lujo, que no están al alcance de cualquiera, y de la forma más valiente y persuasiva .Como es ser hincha del Athlétic de Bilbao, hasta la médula, (¡cuántos partidos disfruté viéndoles jugar en San Mamés!) aficionados a la colombicultura, hasta la extenuación, y con el 'Pichón del Cojo' como favorito común, (¡Ay si nos oyesen 'el Panzas' o Bernardino!) y tener como hobbys de gala, el cine y la lectura, nuestras válvulas de escape más enriquecedoras y gratificantes. Y, porque no decirlo, nuestra mejor terapia, para hacer frente a las adversidades de la vida. Ya lo decía Lisa Simpson: «Cuando estoy triste abro un libro e ignoro el mundo». (Y en su caso particular, ya que viene a cuento, su habilidad extrema y máximo virtuosismo, en el juego de las canicas y el guá, hasta el punto que toda la chiquillería local lo consideraba su auténtico maestro, dándole un tratamiento casi reverencial y llamándole admirativamente '¡el Tragabolas!').

Y, sobre todo, y más importante, tener un referente común, nada desdeñable, ¡su hermano Germán! En su caso concreto, su verdadero Pigmalión, y en el mío, mi mayor debilidad personal. A tal grado, que lo he convertido en un prototipo, encarnando en él las mayores virtudes del mejor ricoteño, como no he conocido a nadie igual. Cómo sería, por increíble que resulte, que, en sus últimos días, casi apenas sentía morirse, con tal de que lo enterrasen aquí. Pensando en su humilde tumba, como el más rico de los mausoleos, cerca de los suyos, de su querido y admirado pueblo. Mucho más apetecible que la Gloria bendita, que ya es decir€

Por último, me permito aconsejarles, pobre de mí, disfrutar de la mayor felicidad del mundo, ahora que pueden (compartiendo las alegrías y los juegos o sus confidencias más íntimas, con sus nietos, a los que adoran, Mireia y Sergi, de 17 y 14 años, y su otro hijo Jesús, un bendito de Dios). Que se olviden de las precariedades de los primeros años, cuando empezó a trabajar, a los 16 años, en la Empresa de Estampados 'Benguerel' con su hermanico del alma, con los bolsillos rotos y los calcetines con troneras, como todos los zagales de su época. Como cuando se conocieron, y aún lo recuerdan, el 11 de octubre de 1962, unos días después de las terribles inundaciones que se produjeron en el Vallés y en el Barcelonés, el día 25 se septiembre, y en el que perdieron la vida cientos de personas. Pero eso ya es tierra pasada€

Ahora, lo ideal sería, (al menos es mi más ferviente deseo) que con la pilas bien cargadas y con el ánimo a tope, pensar en las próximas Bodas de Platino, que están al caer. Y, a ser posible, que la celebración sea conjunta, en comandita y al alimón, con los vecinos de enfrente, (Alberto y Carmen) que aún no han festejado, ni una ni otra, y siempre se está a tiempo Y, naturalmente, en Ricote€ ¡Aquí nos vemos!