Ricote, en lo político, aunque también en otros muchos aspectos, nunca ha sido un pueblo más. Ya en los primeros días de la democracia, tras las elecciones del 3 de abril de 1979, nuestro municipio se mostraba como un pueblo 'especial'. Contra todo pronóstico, Alianza Popular (que concurrió bajo el nombre de Coalición Democrática), el partido de Fraga, obtuvo la alcaldía, y lo hizo de la mano de una 'gran coalición', un concepto tan de moda ahora. Efectivamente, entonces, y para evitar que la UCD llegara al poder, socialistas, independientes y conservadores, al más puro estilo alemán, llegaron a un histórico y exótico acuerdo que convirtió por el camino a la farmacéutica local Isabel Macarro (de origen andaluz) en la primera mujer alcaldesa de la Región de Murcia. Mientras el rojo inundaba el mapa murciano, Ricote se distinguía como una aldea gala que se resistía a seguir las corrientes generales de opinión. De aquellos tiempos se recuerda la cohabitación particular entre José Luis Yepes, el líder local del PSOE, y la propia Macarro. El tándem que dirigía el Ayuntamiento se correspondía curiosamente con los dos cabezas de lista menos votados en aquellas elecciones. UCD obtuvo el 41% de los votos, los independientes fueron los segundos, con el 23%; Coalición Democrática apenas sobrepasó el 18% y en último lugar quedó el PSOE, con el 17,46%. En las elecciones de 1979 todavía se elegían once concejales, al ascender el censo a 1.445 electores (hoy se sitúa en 1.091). Fue la primera y única vez que el Ayuntamiento tuvo este número de regidores.

Tras cuatro años de gobierno en los que el municipio vivió importantes transformaciones y con el plus electoral de estar en el poder (cosa que siempre ayuda), en 1983 Alianza Popular ganó, ahora sí, las elecciones municipales. Con Macarro de nuevo como candidata, el partido conservador se alzó con el 37,54%, a muy poca distancia del PSOE, que entonces fue la segunda fuerza con el 33,40%. Cuando el país acababa de dar a Felipe González una mayoría absoluta arrolladora, de nuevo Ricote se salía de la regla general y apostaba por AP. También en esta legislatura la Corporación contó con un grupo independiente representado por dos concejales.

Nuestra configuración política no ha sido en la mayoría de legislaturas puramente bipartidista, ya que bien por presencia de independientes o por la aparición de IU (1995 y 2003) los grandes partidos han tenido que compartir mesa con otras formaciones minoritarias, que en muchas ocasiones han sido la llave del Gobierno.

El cansancio y desgaste de la alcaldesa, que tuvo que gestionar entre otras crisis la rebelión del pozo de la Boquera (1983), acortó su vida política a tan solo dos legislaturas y provocó la llegada del PSOE al poder en 1987 con Jesús Miñano Torrano (concejal de la oposición durante la última etapa de Macarro). El PSOE conseguía ganar por primera vez unas elecciones en Ricote, pueblo hasta entonces conocido por ser 'muy de derechas', obteniendo cuatro concejales (43% del voto), uno menos de los necesarios para tener mayoría absoluta. Los socialistas gobernaron aquellos años con la concurrencia del CDS, el partido creado por Suárez tras la debacle de la UCD, y que contaba entre sus filas como concejales con Sebastián Rosa (luego concejal del PP en 1995) y Jesús Turpín García. Parecía que nuestro pueblo rehuía constantemente las mayorías absolutas, pero en 1991 la tendencia cambió. Hay quien dice que por la famosa balsa, otros lo atribuyen a la falta de simpatía despertada por la lista del PP de aquel momento, pero posiblemente fue la riada de millones en forma de ayudas tras las lluvias ocurridas en años anteriores la principal causa por la que el PSOE arrasó en las elecciones de ese año con siete concejales y superando el 70% del voto. Es, hasta el momento, la única vez que una candidatura ha obtenido tal nivel de apoyo popular; aunque, para ser exactos, poco duró ese apoyo, ya que en las siguientes elecciones, como flor de un día, el PSOE ganó por la mínima al PP y tuvo que valerse del voto de IU para que Jesús Miñano repitiera por tercera vez como primer edil (ha sido el alcalde más longevo de la democracia).

Izquierda Unida ha estado presente solo dos veces en el Ayuntamiento de Ricote. La primera, ya mencionada (1995), con Francisco Javier Sánchez Saorín como representante, que dio su voto al PSOE. Y la segunda, en 2003, con José Antonio Turpín García, concejal 'comunista' que terminó por apoyar al PP (cosas extrañas que pasan en Ricote), recibiendo a cambio las competencias de Urbanismo, Juventud y Festejos.

Si Miñano Torrano es el alcalde más longevo, Adolfo Guillamón es el más breve y fugaz. Tan solo duró cuatro años al frente del Ayuntamiento, a pesar de que su situación política era estable y aparentemente envidiable. Guillamón venció en 1999 con seis concejales -de nueve posibles- y más del 60% de los votos. Precisamente uno de los concejales que más problemas había causado al PP en la legislatura 1999-2003 (el alcalde llegó a destituirle) se terminó convirtiendo en el nuevo candidato a la alcaldía por ese partido. Los populares, con el veterinario Miguel Ángel Candel a la cabeza, perdieron la mayoría absoluta. Por su parte, y teóricamente, la izquierda podría haber sumado una mayoría alternativa al obtener tres concejales el PSOE, un edil IU y otro, por 99 votos, la Agrupación Progresista de Ricote (APR) liderada por el ex - socialista Constantino Sánchez. La falta de entendimiento personal entre estos tres partidos terminó por hacer alcalde a Candel, que recompensó este hecho incluyendo inicialmente a Sánchez y Turpín en la Junta de Gobierno.

Los años dorados del boom también llegaron a Ricote (constructores argentinos incluidos) y con el Grand Prix de por medio el PP volvió a vivir noches de gloria. Las elecciones de 2007 abrieron una de las legislaturas más polémicas de la historia democrática, la conocida como 'legislatura de los sueldazos'. En ese momento los populares ganaron por K.O. al que luego sería alcalde del PSOE, Celedonio Moreno. Y como siempre, 'días de mucho, vísperas de nada', la crisis llegó y con ella la abultada deuda económica y la crispación vecinal. Mientras España otorgaba una victoria rotunda al PP de Rajoy, en Ricote se volvió a alterar la tendencia y el PSOE (2011) alcanzó la alcaldía gracias al apoyo de AIRE, una agrupación independiente.

La inestabilidad de la legislatura 2011-2015 se terminó cuando los vecinos otorgaron una mayoría absoluta al PSOE el 24 de mayo de 2015. Con cinco concejales del PSOE y frente al peor resultado de la serie histórica del PP, el Ayuntamiento volvería a contar con tres grupos políticos en su Corporación, al repetir la única concejal independiente de la anterior legislatura. Desde 2015 el panorama político español no ha dejado de cambiar. El sistema bipartidista se ha convertido a un multipartidismo de difícil gestión cuya imagen más visible son los diversos gobiernos de coalición locales, autonómicos y ahora también nacionales. Todo este cambio de época llegaría a Ricote con un poco de retraso en 2019. El municipio ha vuelto a contar con cuatro partidos en el Pleno, algo que no sucedía desde 2003. La irrupción de Ciudadanos, con Francisco Turpín, y de Somos Región ha arrebatado la mayoría al PSOE. De ese escenario de fragmentación salió el gobierno más minoritario de la democracia, pues inicialmente contó con solo tres concejales y, desde septiembre, ese número se redujo a dos.

Como dato curioso que nos dejan las últimas elecciones, el apellido Guillamón Moreno vuelve a la política local; y es que en Ricote la política es cosa de familias y unos pocos nombres propios. Hermanas y hermanos, cuñados, padres e hijos, abuelos y nietos, hasta marido y mujer. En estos cuarenta años, las relaciones familiares entre distintos corporativos han sido abundantes. ¡Será que somos pocos!

Por último y como vaticinio añadir que la XI legislatura será, sin duda, muy intensa informativamente. De todo ello, como siempre, dará buena cuenta este especial. No se lo pierdan.