La historia oficial dice que, a pesar de las teorías sobre la muerte de John Fitzgerald Kennedy, hubo un único culpable de aquel fatídico tiroteo ocurrido en Dallas en noviembre de 1963: Lee Harvey Oswald, un antihéroe en busca de identidad propia dentro de una sociedad en la que no encajaba.

Durante décadas, Lee H. Oswald fue visto como la pieza ejecutora de una abrumadora maquinaria engrasada para acabar con el joven y carismático JFK. Los argumentos acerca de una conspiración a gran escala fueron desmentidos por la Comisión Warren, pero los motivos del pistolero para cometer el asesinato siguen siendo una de las mayores incógnitas de los tiempos modernos.

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Todo aconteció el 22 de noviembre de 1963 durante una visita oficial del presidente John Fitzgerald Kennedy a Dallas, una ciudad reconocidamente hostil con las ideas demócratas y que desde aquel fatídico día se ganó la etiqueta de "Dallas, ciudad del odio".

Cuando la caravana presidencial entró en la plaza Dealey comenzaron a oírse varios disparos, uno de ellos alcanzó mortalmente a JFK.

Según la Comisión Warren, Oswald realizó tres disparos desde el sexto piso del School Book Depository, siendo el tercer disparo el que alcanzó a Kennedy en la cabeza.

El presidente fue trasladado al Parkland Hospital de Dallas, donde intentaron reanimarlo sin suerte. Oswald fue detenido varias horas después en el Texas Theatre. "Soy un cabeza de turco", dijo Lee Harvey Oswald a los medios en el momento de su arresto.

Así fue el asesinato de JFK, tal y como se ve en la grabación Zapruder:

Homenaje en Dallas

Primero repicarán todas las campanas de la ciudad de Dallas y después, a las 12.30 en punto del mediodía, se hará el silencio en Dealey Plaza, en el mismo lugar donde justo 50 años atrás el presidente estadounidense John F. Kennedy fue asesinado.

Así será, el 22 de noviembre, el acto central de conmemoración de un asesinato que en 1963 conmocionó a Estados Unidos y que marcó a Dallas con un estigma que le costó décadas superar.

Llevan más de un año preparando este momento, cuentan con centenares de voluntarios trabajando, esperan a varios miles de visitantes y 500 periodistas se han acreditado, cuenta a Efe un portavoz de la fundación que organiza los actos del próximo día 22.

Quien capitanea el comité de organización es Ruth Altshuler, una mujer a quien ese episodio negro le marcó la vida: estaba hace 50 años entre esos centenares de personas que saludaban a la comitiva presidencial y formó parte más tarde del jurado que declaró a Lee Harvey Oswald culpable del asesinato.