¿Te abrirías un plan de pensiones privado con 20 años?

¿Te abrirías un plan de pensiones privado con 20 años?

Ante el paisaje incierto de las pensiones cada vez más millenial y centenial prevén su futuro y se plantean ahorrar para el largo plazo

por Cecilia Vega | BeContent

No hay día en que los informativos de radio y TV y los periódicos no incluyan mención a las pensiones públicas. Sobre cómo será esta renta futura se han escrito ríos de tinta pero lo cierto es que no sabemos exactamente qué va a suceder. Lo que sí está claro es que la protección será menor que la disfrutada por nuestros mayores y que la pérdida de poder adquisitivo va a ser la tónica.

Ante este escenario, somos muchos los que coincidimos en que, si existe una capacidad de ahorro, lo más lógico sería destinar parte del dinero que ganamos a complementar nuestra pensión de jubilación. De hecho, para los expertos la única vía de garantizar la protección social es avanzar hacia un modelo en el se equilibren los tres pilares del ahorro: las pensiones públicas, el ahorro vinculado al empleo y el ahorro individual.

Pero, ¿a qué edad hay que empezar a ahorrar para la jubilación? Desde Fundación MAPFRE indican que el momento es “cuanto antes”, aún cuando el horizonte parezca muy lejano. Los millenial, como se bautiza a los nacidos entre 1980 y 1997, y los centenial, la generación posterior, se hacen mayores con el convencimiento de que su futuro depende cada vez más de ellos mismos y de que son los que más van a notar en sus pensiones el impacto del envejecimiento de la población. Por eso, aunque entre ellos sigue destacando el ahorro a corto plazo y piensan en socializar, viajar o materializar un proyecto de vida independiente, sorprende que cada vez son más lo que además tienen una visión a largo plazo y hacen un esfuerzo en forma de fondo privado para su jubilación.

Tú, ¿te abrirías un plan de pensiones con 20 años? ¿Y con 30? Hemos preguntando a ocho jóvenes y esto es lo que nos han dicho:

Almudena Esteban Almudena Esteban

Almudena Esteban

Almudena, 26 años, es graduada en periodismo y trabaja como consultora de comunicación desde hace año y medio. Vive con sus padres pero en unos meses planea independizarse. En diciembre, además, abrirá su primer plan de pensiones privado porque más allá de cuan alta o baja sea su pensión cuando le toque jubilarse, le preocupa “simplemente si esta pensión existirá”.

El sistema de pensiones público es insostenible. Por una parte cada vez hay menos niños y, por tanto, menos trabajadores; y por otra, cada vez vivimos más”, explica Almudena, aludiendo a uno de los mayores problemas a los que se enfrenta la Seguridad Social: una masa activa cada vez menor sostiene a una población cada vez más numerosa, envejecida y longeva. Por ello cree que, de haberlas, las pensiones que los millenial percibirán del Estado serán muy bajas: “la gente joven debería pensar en tener su propio plan de ahorro privado si en el futuro quiere mantener el mismo nivel de vida”, subraya.

Pablo Sánchez

Pablo tiene 17 años y en unos meses estrena mayoría de edad y vida universitaria. Sus planes son estudiar Economía y, quizá por ello, a pesar de su juventud y de que no tiene edad para pensar en planes de jubilación, conoce bastante bien la problemática en torno a las pensiones. “Las noticias sobre este tema están todos los días en los medios de comunicación y, además, en clase nos han explicado qué son las pensiones públicas y cuál es la situación en España. Como hay cada vez menos trabajadores que cotizan y más jubilados que reciben su pensión… de ahí viene el problema” cuenta.

En relación a las pensiones privadas, Pablo no lo ve mal si “tienes un sueldo alto” pero cree que “el Estado debería garantizar la pensión porque si ganas muy poco, no te alcanza”.

La mayoría de los centenial no se han incorporado al mercado de trabajo pero ya son conscientes de lo que significa “ser mayor” e incluso, algunos, como Pablo empiezan a gestionar sus primeros ingresos. “Gracias al arbitraje de baloncesto gano un poco de dinero. A veces gasto algo en ir al cine y en salir de fiesta, pero normalmente me dan el dinero mis padres y yo puedo ir ahorrando”, explica.

Laura Rodríguez Laura Rodríguez

Laura Rodríguez

Laura tiene 35 años y este año cumple una década como funcionaria de Servicios Sociales. “Me preocupan las pensiones actuales, la precariedad de muchas personas mayores que han pasado toda su vida trabajando y tienen pensiones míseras, el reparto desigual y lo poco que parece importar esto a los que están en el poder”, dice. Y añade: “en cuanto a mi propia jubilación, con tanta vida laboral por delante, no es algo que a día de hoy me venga demasiado a la cabeza. Lo digo como funcionaria, con un trabajo fijo. No te quiero contar si tuviera un trabajo más precario, inestable o peor remunerado lo poco que me iban a importar mis ingresos en la vejez frente a ir salvando el día a día. Creo que los jóvenes de mi generación pensamos en el futuro y queremos ahorrar, pero tenemos otras prioridades más a corto y medio plazo. En mi caso, lo estoy invirtiendo todo en ladrillo”.

Laura prefiere ser optimista. Confía en el Estado de Bienestar y no cree que las pensiones vayan a desaparecer, aunque en el futuro “probablemente no hablemos de pensiones, sino de prestaciones para mayores, ingresos mínimos, renta básica universal o cualquier otra denominación”.

Javier López Javier López

Javier López

Javier, 26 años, acaba de cumplir un año como responsable de proyectos en una agencia de marketing. Es, como describe, su “primer trabajo con un sueldo digno” tras graduarse en Administración y Dirección de Empresas, cursar un posgrado en Dirección de marketing y gestión comercial y dejar atrás otros “contratos de trabajo bastante precarios”. “Veo mi futuro negro y lleno de incertidumbre. Nuestra generación, por lo general, está tardando más en acceder al mercado laboral, hacemos un gran esfuerzo y nadie nos asegura que el día de mañana esto haya servido para algo o se refleje en una jubilación acorde a este esfuerzo y trabajo”.

Ante este futuro incierto, Javier ya se ha planteado buscar una fórmula de ahorro alternativa de cara a su jubilación, pero antes debe salvar otra dificultad que afecta a los de su generación: emanciparse. “Por el momento vivo con mis padres, puedo controlar el gasto y ahorrar, pero en cuanto me independice quiero abrirme un plan de pensiones”.

Esperanza Hernández

Esperanza tiene 32 años y un plan de pensiones de empleo, es decir, la empresa privada en la que trabaja como gestora fiscal le proporciona un sistema de ahorro para complementar la prestación de la Seguridad Social de cara a la jubilación. La compañía aporta dinero a este fondo en función de la porción de su sueldo que ella voluntariamente ha decidido destinar a su pensión.

El estado debe hacer todo lo posible por mantener unas pensiones dignas. Es un pilar fundamental de nuestro Estado de Bienestar y debería ser defendido y garantizado”, reflexiona, pero “viendo lo que reciben personas cercanas a mí, cuyas pensiones rondan los 600€, pienso que yo no podría sobrevivir y que es necesario contar con una pensión privada o ahorros”. Esperanza menciona las dificultades de su generación, afectada por la precariedad laboral, para independizarse, hacer frente a un alquiler, acceder a una hipoteca y poder comprarse una casa, ahorrar y ampliar la familia. “Se tienen hijos más tarde y estos tardan en independizarse, así que incluso puedes llegar a la edad de jubilación con hijos económicamente a tu cargo”, advierte.

Virginia Tejedor Virginia Tejedor

Virginia Tejedor

Virginia tiene 28 años y es educadora social. Afirma que aunque la jubilación es aún algo muy lejano para ella, “es preocupante pensar que llevas desde los 16 años trabajando para que el día de mañana, si no has podido ahorrar, no tengas dinero y no puedas disfrutar como te mereces”. Ante noticias que dicen que los futuros jubilados recibirán un 30% menos de pensión o que los menores de 40 años cobrarán pensiones de solo el 50% de su sueldo, Virginia afirma que le parece “lamentable” y que “debería buscarse una solución: impuestos en función de la riqueza, mayor regulación y control de a dónde se destina el dinero… Creo que el derecho a las pensiones y a la Sanidad son pilares fundamentales y se deberían proteger y nunca hacer recortes en esas áreas”, subraya.

En su caso, explica que sus padres tienen un plan de pensiones privado pero ella no ha pensado en hacerse uno: “no tengo dinero para eso, por el momento pienso en vivir día a día”.

David López

David, 19 años, ha comenzado recientemente a trabajar como auxiliar de enfermería. Su sueldo le permite hacer frente a los gastos típicos de la gente de su edad y, en su caso, además, a los asociados al mantenimiento de su coche. Tras el verano, iniciará sus estudios de Técnico Superior en Animación de Actividades Físicas y Deportivas (TAFAD) y, como su centro de trabajo y escuela están en una ciudad distinta a la de su residencia familiar, planea mudarse y hacer frente por primera vez a los gastos que implica vivir solo en una vivienda de alquiler.

En esta situación, no es de extrañar que no piense para nada en su jubilación, en la problemática de las pensiones o las fórmulas de ahorro individuales. “Creo que es importante tener un plan de ahorro, pero yo por ahora tengo otras muchas prioridades y no pienso en cuando me toque jubilarme. Estoy empezando y quiero ahorrar para viajar, para poder pagar el alquiler… más adelante, ya veré”, explica.

Micaela Pirrone Micaela Pirrone

Micaela Pirrone

Micaela, 28 años, cree que “el Estado no podrá afrontar en el futuro la jubilación de los jóvenes de hoy en día” a no ser que “suba los impuestos o aplique mayores retenciones, lo que sería perjudicial para nuestra economía y afectaría al nivel adquisitivo de los trabajadores”. Y aunque así fuera, “tras los años de crisis que hemos vivido, serán muy pocos los que (al cumplir los 67 años, la edad de jubilación) hayan cotizado 37 años y puedan así recibir el 100% de su pensión”.

Habla desde la experiencia. Micaela, que estudió periodismo, ha alternado varios trabajos hasta llegar al actual, como comercial. Le preocupa su futuro y afirma que ya ha estado averiguando sobre distintas fórmulas de ahorro, como los planes de pensiones.

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