La segunda edición del Maratón de Murcia, la distancia más exigente del atletismo, coronó ayer a dos corredores de diferente perfil: el ganador absoluto, Óscar Lisón, del Grupo Alcaraz, es un novato en los 42.195 metros; Cristina González, del Bikila, es una experta que tiene en su palmarés el Campeonato de España de los 100 kilómetros, entre otros muchos logros. Pero los dos, al igual que el resto de 948 participantes que cruzaron la línea de meta en el pabellón Príncipe de Asturias, viven con pasión este deporte, al que dedican muchas horas después de sus jornadas de trabajo.

´El tiburón´ Lisón, que es de El Palmar y trabaja como cerrajero, pulverizó el registro de la primera edición. Con 2 horas, 31 minutos y 35 segundos -3:35 el kilómetro- mejoró en casi siete minutos el tiempo del ganador de 2013, Raúl Guevara, ausente en esta ocasión. Varios factores contribuyeron a ello, pero sobre todo la temperatura, ya que el calor no fue tan sofocante como hace un año. Lisón, que disputaba el segundo maratón de su vida, se encontró con un duro competidor hasta el ecuador de la prueba. Fernando Villegas, del Fondistas de Alcantarilla, que tiene su residencia a escasos metros de la línea de meta, mantuvo el pulso hasta que en el kilómetro 20 empezó a acusar problemas físicos.

El murciano, que también disputaba su segundo maratón, decidió no forzar la máquina para llegar a meta: «Me he dosificado porque veía que no iba bien», decía en la línea de meta un corredor con un dilatado palmarés en medias maratones. Por detrás, varios fueron los aspirantes al tercer peldaño del podio, pero fue finalmente el alcarreño Óscar López de la Cruz el que tiró de experiencia -es un corredor acostumbrado a disputar tres pruebas de esta distancia al año- para hacerse con el bronce en una prueba en la que fue de menos a más.

No hubo sorpresa en la carrera femenina. Todas las miradas estaban puestas antes de la salida en dos expertas, Cristina Gónzalez (Bikila), una gallega que está afincada en Murcia y que fue estudiante de la UCAM, y Mercedes Merino (Mandarache), la exjugadora de balonmano canaria afincada en Molina de Segura que tiene cuatro hijos. Durante los primeros kilómetros ambas rodaron juntas, realizándose un marcaje, pero en el kilómetro 24 la gallega decidió buscar la línea de meta en solitario y lo consiguió a un ritmo de 4 minutos y 10 segundos el kilómetro.

Al final logró bajar de las tres horas (02:55:49) y establecer un nuevo récord del maratón. Merino, por su parte, también logró otro gran éxito, puesto que mejoró en once minutos el tiempo de la edición anterior al concluir en 03h.00:37. El tercer peldaño del podio fue para la alicantina de Torrevieja Judith Molina Meseguer, con 03h.13:51.

Ellos fueron los grandes triunfadores, pero también acabó con sensación de haber ganado José Juan López Ferrández, el último en cruzar la línea de meta, un ilicitano del equipo Correbirras, que invirtió 5 horas y 38 minutos en culminar el reto del maratón. Y es que todos y cada uno de los participantes tuvieron que poner lo mejor de sí mismos para alcanzar el arco de llegada, donde algunos atletas, exhaustos por el esfuerzo, tuvieron que ser atendidos por los servicios médicos, y todo eso pese a que la temperatura dio una tregua a los participantes.

La organización, que corrió a cargo del club Correbirras, se superó y demostró que ha dado un paso adelante después de la experiencia vivida el año pasado, cuando la participación se desbordó. En esta ocasión, muchos de esos corredores populares que en noviembre de 2013 se lanzaron a cumplir un sueño, correr un maratón muy cerca de casa, optaron por incorporarse a la nómina de voluntarios, que alcanzó las seiscientas personas, debido a la gran exigencia de la prueba, que requiere de muchos meses de preparación. Pero lo que sí quedó demostrado ayer, pese a que la nómina de corredores fue inferior, es que el nivel competitivo ha crecido y que el Maratón de Murcia, pese a su corta vida, es ya un clásico para muchos.