La iniciativa europea de Garantía Juvenil no ha logrado introducirse suficientemente entre la juventud, como demuestra que solo se haya inscrito en ella el 25 por ciento de los jóvenes españoles, según el informe de "Garantía Juvenil de España 2016".

El vicepresidente del Consejo de la Juventud de España, Víctor Reloba, y el consejero del área en el Cabildo de Gran Canaria, Miguel Montero, han coincido hoy en la escasa implantación de esta estrategia europea que pretende facilitar el acceso de los jóvenes al mercado de trabajo.

La Garantía Juvenil es una medida que busca el compromiso de la administración pública y los servicios de empleo para ofrecer experiencias laborales, formación o cursos de reciclado a los jóvenes que no estudian ni trabajan, ha indicado Montero.

En España, se enmarca en la estrategia de Emprendimiento Joven aprobada en febrero de 2013 por el Ministerio de Empleo y Seguridad Social.

Para poder acceder a ella es necesario tener más de 16 años y menos de 30 en el momento de solicitar la inscripción en el fichero del Sistema Nacional de Garantía Juvenil.

Igualmente, se requiere no haber trabajado en los 30 días naturales anteriores a la fecha de presentación de la solicitud ni haber recibido acciones educativas que conlleven más de 40 horas mensuales en los 90 días naturales anteriores a la fecha de presentación de la solicitud.

También se exige no haber recibido acciones formativas que conlleven más de 40 horas mensuales en los 30 días naturales anteriores a la fecha de presentación de la solicitud.

Reloba considera que "la idea original sobre la Garantía Juvenil dista mucho de cómo se aplica en España", donde no se ofrece una respuesta clara al reto que la situación de los jóvenes requiere.

El informe de "Garantía Juvenil de España 2016" critica, por ejemplo, los cambios legislativos que se acometen con el fin de promover la contratación de los jóvenes, pues en muchos casos suponen una precarización del empleo juvenil, al tiempo que no hay control sobre la formación que algunos contratos conllevan.

Asimismo, destaca la falta de participación de los actores sociales y de medidas preventivas que permitan actuar con rapidez una vez que se detectan los problemas.

El informe alude igualmente a que ocho de cada diez acciones emprendidas afectan a la bonificación del contrato, con lo que mayoritariamente se acaba bonificando la contratación de jóvenes que iban a ser empleados igualmente debido a su formación y características, mientras que en otros casos simplemente se sustituye a una persona por otra, según Reloba.

Tampoco resulta acertada la insistencia en la formación, ya que muchos jóvenes españoles están mucho más cualificados de lo necesario para los empleos que se les ofrece, lo que demuestra que "la formación no es la panacea".

Igualmente, Reloba ha destacado que es necesario revisar la posibilidad de que los jóvenes opten por el emprendimiento, ya que este debe estar focalizado y tener perspectivas de futuro.

"La Garantía Juvenil es una buena práctica pero puede ser una oportunidad perdida", considera el vicepresidente del Consejo de la Juventud de España, para quien "no se puede dejar tirada a una generación que quiere contribuir a su país".