­El próximo domingo, a partir de las 21.30 horas, saldrá a la calle el Gran Desfile de Moros y Cristianos de Jumilla, desde el Arco de San Roque con final en la plaza del Rollo. En el año 1986 fueron recuperadas estas fiestas por la Asociación de moros y cristianos Don Pedro I aunque existen actas capitulares de estos festejos como uno de los más antiguos de España ya que se celebraran a principios del siglo XVII.

Las Fiestas de Moros y Cristianos devuelven por unos días a la ciudad de Jumilla su pasado medieval. Las calles se llenan de personajes históricos con actos y desfiles que conmemoran el devenir del pueblo jumillano durante el tiempo que la ciudad fue frontera entre dos mundos, el musulmán y el cristiano.

Por el bando moro, su capitán Alfonso Pulido (concejal del PSOE y portavoz del equipo de Gobierno) estará acompañado por las comparsas Sarracenos de Geminalet, Musulmanes de Abd el- Azid y Almorávides. Antonio Valero (concejal del Partido Popular y ex edil de festejos en la legislatura 2011-2015) ejercerá de capitán Cristiano al frente de los Caballeros de San Fernando, Caballeros de Don Fadrique y Arcabuceros Don Pedro Pérez Caballero.

A lo largo de las fiestas de agosto de Jumilla, la Asociación de Moros y Cristianos Don Pedro I ha preparado diferentes actividades: concurso de pintura y juegos medievales (sábado, 11 de agosto); Representación y Embajadas y Parlamento de Moros y Cristianos (martes, 14) así como la participación en los diferentes actos religiosos a la patrona, Nuestra Señora de la Asunción.

La Asociación de Moros y Cristianos celebra cada año en el mes de abril una semana cultural para recordar la toma del Castillo de la Ciudad de Jumilla para la corona de Castilla, que tuvo lugar el 27 de abril de 1.357 a cargo del Infante Don Fadrique enviado por el Rey Don Pedro I de Castilla.

El Diputado Regional del PSOE, Rafael González Tovar, fue el encargado de pronunciar este año las fiestas de Moros y Cristianos de Jumilla. González Tovar hizo un llamamiento a los vecinos de Jumilla para vivir las fiestas de moros y cristianos con intensidad y colocarlas en el lugar que se merecen».