En su tercer año al frente del Ayuntamiento, ¿cómo afronta esta nueva cita con las Fiestas de Caravaca?

De una manera muy intensa, con gran ilusión y una enorme responsabilidad. En estos días nos corresponde, como Gobierno local, representar al pueblo de Caravaca en todos los actos con la dignidad que se merece. Y por otro lado, hemos de coordinar todos los medios para que nuestras fiestas discurran de forma adecuada y segura.

­En las dos anteriores, ¿qué acto o ceremonia es el que más le ha emocionado?

Aunque ya tenía una visión global de las fiestas porque tanto mi familia como yo, en distintas facetas, hemos estado muy vinculados a ellas, vivirlas desde el lado institucional y representando a nuestra ciudad nos ha hecho vivir momentos muy emocionantes, de los cuales destacaría el de la entrega de la Bandeja de Flores, que ha sido muy emotivo en estos dos años anteriores. La subida hacia el Castillo, tras recibir de manos de la Hermana Mayor la bandeja en la ‘Esquina de la Muerte’, la recuerdo con gran alegría. Tanto Esther, mi mujer, como yo estuvimos muy arropados por la gente mientras ascendíamos hacia el Castillo. Y al entregarla en nombre del pueblo de Caravaca a la Santísima y Vera Cruz en su Basílica me embargó una enorme responsabilidad y emoción.

­¿Cómo han cambiado sus fiestas? ¿Le queda tiempo para disfrutar de su familia, su grupo o su peña?

Naturalmente, nuestra forma de vivir las fiestas ha cambiado radicalmente. O más bien tendría que decir que nuestra vida cambió cuando pasé a ser alcalde. Todo mi tiempo se lo debo a mi pueblo, que para eso ha depositado su confianza en mí. Y esto, lamentablemente, tiene repercusión en el tiempo que se dedica a la familia y a los amigos. Tengo la inmensa suerte de tener una gran mujer a mi lado que me apoya incondicionalmente, sin la cual no podría llevar toda esta labor, y que es el sostén de nuestra familia. Aún así, con todas estas complicaciones, intento estar todo lo posible con la familia y amigos. Respecto a esto último tengo la suerte de que el equipo de Gobierno es un equipo de amigos y amigas con los que tengo la inmensa suerte de trabajar y compartir estos momentos especiales durante nuestras Fiestas Patronales.

En lo que se refiere a las Fiestas echo de menos ejercer como festero, no poder estar toda la mañana del día 2 de mayo con mis amigos del caballo Espartaco y desfilar en la tarde del 3 de mayo con San Jorge, bajando la Cuesta de la Cruz cantando el himno del grupo, aunque tengo que reconocer que también es muy emocionante descender hacia el Templete como alcalde.

­Precisamente este año el doctor Juan Manuel Laborda Oñate, compañero suyo en el grupo San Jorge, pregonará las Fiestas. ¿Qué le parece su elección?

Muy acertada. Tengo en gran estima a Juan Manuel. Estoy convencido que vamos a asistir a un pregón que va a marcar un antes y un después dentro de las Fiestas de Caravaca de la Cruz. Juan Manuel es un intelectual y como tal, inquieto. Esto le ha llevado a no conformarse con un pregón al uso tradicional, cosa que por otro lado está muy bien y no debemos desdeñar, y buscar nuevas formas de expresar los sentimientos que en torno a nuestras fiestas patronales se despiertan. Con toda seguridad puedo afirmar que será un pregón que no nos dejará indiferentes.

­¿Son los colectivos festeros, como por ejemplo los Gigantes y Cabezudos en el Entierro de la Sardina, los mejores Embajadores de Caravaca?

La mejor embajadora que Caravaca tiene es nuestra patrona, la Santísima y Vera Cruz, que más allá de su sentido religioso es un icono que nos identifica como pueblo y nos referencia a escala internacional. Dicho esto, y como consecuencia de lo anterior, los colectivos festeros transmiten una imagen muy potente de Caravaca. Gigantes y Cabezudos, Caballos del Vino, Moros y Cristianos son festejos cargados de tradición que, de una manera muy visual y colorista, no exenta de diversión, expresan lo que como pueblo somos capaces de hacer en nombre de nuestras tradiciones.

­¿Qué le diría a todos los caravaqueños y a todos los visitantes de la comarca, de cara a estas Fiestas 2018?

Que disfruten y que se diviertan. Estos son días de celebración, de convivencia y reencuentro con familiares y amigos, de alegría general. Pero todo esto hay que hacerlo de manera decorosa y respetuosa. Alegría y precaución deben ir juntas de la mano de manera que no tengamos que lamentar accidentes que empañen estos agradables días de diversión. A quienes nos visitan, que disfruten de Caravaca y que tengan paciencia porque el pueblo es como es, las calles son las que son y, a veces, algunas se nos quedan pequeñas para acoger a todos como nos gustaría. Los fines de semana y en fiestas, crecemos súbitamente en población.