La consolidación de la economía circular es una de las piezas claves de la estrategia Europa 2020 impulsada por la Unión Europea y que tiene por objetivo favorecer el crecimiento económico sostenible e integrador. Frente al concepto actual de economía lineal que consiste en extracción-producción-consumo- residuo, la economía circular pretende que el valor de los productos y los recursos se mantenga, reduciendo al mínimo la generación de residuos. En otras palabras, lo que hasta ahora denominamos residuo empezar a verlo como un recurso.

Actualmente, los países de la Unión Europea producen más de 2.500 millones de toneladas de residuos al año. Según datos del Parlamento Europeo, la aplicación de políticas sostenibles en la gestión de estos residuos permitiría un ahorro de 630.000 millones de euros anuales y posibilitaría la creación de hasta 580.000 empleos.

Además, otro de los grandes beneficios de la economía circular está directamente relacionado con el menor consumo de energía y, por ende, con la reducción de los niveles de emisión de CO2. La transición a un modelo económico eficiente en el uso de los recursos y de bajas emisiones de carbono permitirá no solo impulsar los resultados económicos del continente, sino también contribuir a la lucha contra el cambio climático, limitando los impactos ambientales del uso de los recursos.

En este contexto, Naturgy decidió hace unos años hacer una apuesta decidida por la economía circular y por las energías renovables, tanto en electricidad como en gas natural, en una estrategia comprometida con la gestión responsable del medio ambiente. Una gestión que se basa en una contribución firme a la mitigación del cambio climático, a la transición energética, y a la mejora de la calidad del aire. Todo ello será posible mediante el gas natural, una energía necesaria en el mix energético del futuro, y apostando por una movilidad sostenible con el uso del gas natural vehicular (GNV) y por el desarrollo del gas renovable. Pero también fomentando el ahorro y la eficiencia energética en la compañía, entre sus clientes y en la sociedad.

Generación de gas a partir de residuos

En el sector energético, el gas renovable es un exponente claro de economía circular. Se trata de un combustible generado a través de los procesos de degradación de materia orgánica (aguas residuales, residuos orgánicos urbanos, rurales, agroalimentarios, etc.) que, una vez tratado, se transforma en biometano, un combustible renovable que se considera neutro en emisiones de CO2. Este combustible puede inyectarse directamente a la infraestructura gasista ya existente para poder utilizarlo en los hogares, para calentar el agua o la calefacción, o como combustible para la movilidad.

Con el objetivo de impulsar esta nueva fuente de energía, que ya se encuentra fuertemente implementada en otros países de Europa, Naturgy está trabajando activamente en el desarrollo de numerosos proyectos de I+D. Para ello, la compañía participa en diversos proyectos nacionales y europeos cuyo objetivo es obtener gas natural renovable a partir de recursos renovables y que, mediante procesos, permita inyectarlo en la red de distribución de gas natural con la calidad adecuada para su aplicación.

En la actualidad, Naturgy ya cuenta con varios proyectos consolidados como la Unidad Mixta de Gas Renovable en A Coruña, en colaboración con el Centro Tecnológico EnergyLab y EDAR Bens, que investiga nuevas tecnologías para obtener mejoras en la producción de biogás, biometano y en el desarrollo del concepto de biometanización. Además, en Lleida, la compañía ha desarrollado el proyecto Life Metamorphosis para la producción de biometano de alta calidad a partir de biogás obtenido de residuos agroindustriales y de otros residuos orgánicos.

Eficiencia en el uso de los recursos naturales

Asimismo, prueba de su compromiso con la reducción de su impacto ambiental, Naturgy desarrolla líneas de acción para mejorar la ecoeficiencia en el uso de los recursos, la energía y el agua, reduciendo los residuos generados. En concreto, en el ámbito de la gestión de los residuos, la compañía energética desarrolla procedimientos de gestión y control orientados a reducirlos al máximo mediante el fomento de la prevención, la reutilización, el reciclado o la valorización energética.

Por lo que respecta al agua, la mayor parte de su consumo se debe al funcionamiento de las centrales térmicas de generación eléctrica, como la existente en Cartagena, en concreto, a la evaporación del agua en las torres de refrigeración. En función de su origen, la principal fuente de aprovisionamiento es el mar, que representa alrededor del 97% del total. No obstante, la mayor parte del agua captada es devuelta a su medio, con un porcentaje de consumo en 2018 de sólo el 3,45%. Además, Naturgy, consciente de la escasez de agua existente en los entornos de algunas de sus centrales, ha implementado sistemas para la reutilización de aguas residuales en estas instalaciones. En España, la utilización de agua reciclada en los últimos 3 años ha supuesto un ahorro de 20,6 hm3.