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Carthagineses y Romanos rescata los episodios que en esta tierra tuvieron lugar entre los años 223 y 209 antes de Cristo.

Los púnicos entraron en Iberia al mando de Amílcar Barca, quien falleció en una batalla, sucediéndole Asdrúbal, quien sometió a las doce ciudades de los oretanos y eligió Mastia como base, conquistándola de forma pacífica en el 223 aC y bautizándola como Qart (área urbana fortificada, en la lengua fenicia) Hadast (nueva). La engrandeció con templos y palacios, siendo las minas de plata, la construcción de navíos y el comercio los pilares de su prosperidad. El general fue asesinado por un esclavo celta y le sucedió Aníbal, quien retomó el afán bélico de conquistas, provocando la II Guerra Púnica y marchando hacia Roma con un gran ejército. El contragolpe romano fue letal, entrando en Iberia con un ejército que tomó Qart-Hadast, convirtiéndola en Carthago Nova e iniciando seis siglos de la ciudad bajo la Ley de Roma.