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Preparar el retiro laboral con éxito

Cuanto antes se empiece a planificar, más fácil será conseguir un buen ahorro que complemente la jubilación. aunque la rentabilidad de los planes de pensiones haya caido un 3,31 %, existen otras opciones en el mercado

Cualquier momento es bueno para comenzar a ahorrar, si bien hay que tener en cuenta que cuanto antes se empiece más podremos beneficiarnos de las ventajas del ahorro a largo plazo. Dicen los expertos financieros que esperar al momento de la jubilación para organizar este periodo de la vida es uno de los errores más frecuentes que cometen las personas. El primer paso es conocerse a uno mismo. Hay que considerar cuánto queremos ahorrar y cuál es nuestro plazo temporal. Además, debemos sumar la importancia de conocer qué se contrata y qué condiciones tiene cada producto, como por ejemplo el impacto de las comisiones. A la hora de establecer un objetivo también es importante fijarse referencias. Por ejemplo, la OCDE estima que una pensión debe equivaler al menos al 70% del último sueldo para garantizar el nivel de vida del jubilado. En definitiva, lo más importante es comenzar a invertir lo antes posible ya que con tiempo se puede ir ahorrando muy poco a poco, sin agobios, y conseguir una cantidad de dinero muy significativa para el día de mañana.

La opción más común en este contexto pasa por los planes de pensiones, aunque la rentabilidad media ponderada de los planes del sistema individual acumulan una caída del 3,31 % entre el tercer trimestre de 2017 y el mismo período de tiempo de 2018. Eso se debe a la elevada volatilidad presente en los mercados financieros. No obstante, la asociación de instituciones de inversión colectiva Inverco indica que los planes de pensiones individuales continúan registrando mejoras en el largo y medio plazo positivas: en concreto del 3,78 % a 26 años vista, y del 1,92 % y del 3,04 % en períodos de cinco y diez años, respectivamente.

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En busca de otras opciones

Según Bankinter, «en estos momentos, con los tipos de interés tan bajos, es difícil encontrar planes de pensiones asegurados con una rentabilidad que pueda atraer a los ahorradores». Esta entidad financiera sostiene que «es tan importante tener en cuenta la capacidad de ahorro o las ventajas fiscales como la liquidez». En ese sentido, destaca la situación ventajosa de los Planes de Inversión de Ahorro Sistemático (PIAS) por la liquidez y exención de tributos de los rendimientos si se reinvierten en una renta vitalicia cumplidos los requisitos legales (máximo de 8.000 euros al año, cinco años de antigüedad y con un importe máximo de 240.000 euros).

Sea como fuere, Gloria Siso, responsable de Ahorro e Inversión de ING, destaca el importante cambio legislativo del Gobierno sobre los planes de pensiones de cara a los próximos años. «No hay que olvidar que a pesar de ser un producto menos líquido que otros debido a que su filosofía se basa en el ahorro para la jubilación, existen eventos que permiten rescatar el capital en caso de necesidad (enfermedad o desempleo, entre otras causas) y que a partir de 2025 se podrán rescatar las aportaciones con más de 10 años de antigüedad», relata la directiva de ING.

Respecto a los Planes de Previsión Asegurados (PPA), Ana Patricia Belmonte, subdirectora de Banca de Particulares del Grupo Cooperativo, destaca la particularidad de que garantizan no solo el capital sino también una rentabilidad mínima. Normalmente la ganancia que otorgan los PPA es la suma de una cantidad mínima más una adicional variable, pero siempre positiva, en forma de participación en beneficios en las inversiones financieras de una compañía de seguros. «La salida del cliente de este producto antes de la fecha de vencimiento (fecha prevista de jubilación indicada en el momento de la contratación) en teoría también podría dar lugar a beneficios o pérdidas, dado que se valoran teóricamente a valor de mercado de la inversión vinculada. Pero en la práctica son poco frecuentes estas situaciones», puntualiza la directiva de esta entidad de crédito.

Según Cajamar, los mal llamados seguros de jubilación no son otra cosa que los seguros de vida ahorro, conocidos también como planes de ahorro ¿Por qué entonces algunos los siguen conociendo con esta denominación de seguros de jubilación? Porque antiguamente, antes de los planes de pensiones, los planes de ahorro eran el vehículo más utilizado para la jubilación y contaban con ventajas fiscales. «Por tanto, ya no tiene sentido denominarlos así y lo único que da lugar es a crear confusión con los usuarios que con este nombre se confunden con los de pensiones. Los planes de ahorro, como pudiera ser el mencionado PIAS, es una posibilidad de vehículo de ahorro, bien sea para comprarse una casa, para pagar la carrera de los hijos, para comprarse un coche, hacer un viaje o tener dinero de cara a la jubilación», destaca Ana Patricia Belmonte.

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