La concentración en la atmósfera de los principales gases de efecto invernadero marcó un nuevo récord durante 2018, según datos de la Organización Meteorológica Mundial (OMM) publicados el pasado lunes. Luchar contra el cambio climático es urgente y requiere actuar de forma inmediata con las tecnologías disponibles hoy.

Una de ellas es el gas natural que, en lo que va de año, ha contribuido a reducir las emisiones de CO2 del mix eléctrico un 20% con respecto al mismo periodo del año pasado. La sustitución de carbón por gas natural ha evitado a la atmósfera la emisión de siete millones de toneladas de CO2, lo que equivale a lo que emiten tres millones de turismos convencionales durante un año.

A largo plazo, el objetivo de la Unión Europea para 2050 es alcanzar un futuro neutro en carbono. Para abordarlo con éxito, la innovación y el desarrollo tecnológico van a ser claves. En este sentido, los gases renovables, como el biometano y el hidrógeno verde, van a jugar un papel fundamental.

Recientemente Enagás ha creado la filial EnaGasRenovable para el impulso de estas nuevas energías. Bajo esta filial, la compañía integra los diversos proyectos que está promoviendo para el desarrollo de energías renovables no eléctricas -hidrógeno y biometano- como nuevas soluciones energéticas cruciales en el proceso de transición energética y en el impulso de una economía circular.

Los gases renovables son energías 100% limpias que dotarán al futuro sistema energético de la necesaria flexibilidad y ayudarán a garantizar la seguridad de suministro y la descarbonización, en línea con el cumplimiento de los objetivos climáticos anunciados por el Gobierno y con la estrategia europea para liderar el camino hacia la neutralidad climática en 2050.

Las infraestructuras gasistas existentes van a ser fundamentales en el desarrollo de los gases renovables: ya están técnicamente preparadas para transportar y almacenar hidrógeno y biometano sin necesidad de inversiones adicionales en redes.

Cero emisiones de CO2

En particular, el hidrógeno verde se está posicionando como un nuevo vector energético con grandes posibilidades de futuro. Se produce por electrólisis del agua a partir de electricidad procedente de fuentes renovables. Este proceso no emite CO2 y transforma el agua en moléculas de gases de hidrógeno y oxígeno. En este sentido, puede ser la gran disrupción en el ámbito del almacenamiento de energía renovable, un problema para el que ahora no hay solución.

Este hidrógeno renovable puede transformarse en varias formas de energía (electricidad, gas sintético o calor) y, además, cuenta con múltiples aplicaciones, como por ejemplo en la industria o, incluso, en la movilidad.

Enagás está participando en varios proyectos en el ámbito del hidrógeno como 'Power to Green Hydrogen Mallorca' para el desarrollo de una planta de hidrógeno verde en la isla para su uso como combustible. También ha llegado a un acuerdo con Toyota España y Urbaser para promover la primera hidrogenera de España apta para turismos, que se ubicará en la zona norte de Madrid.

En Cartagena, Enagás está trabajando en una prueba piloto de inyección de hidrógeno verde en la red interna de gas de la planta de regasificación.