El expresidente del PP de la pedanía de El Raal Ramón Andrés Abellán fue el dirigente murciano que más votos recibió para formar parte como compromisario en las primarias del partido, celebradas el año pasado y que se resolvieron con la victoria de Pablo Casado frente a Soraya Sáenz de Santamaría. Abellán logró más apoyos incluso que los ediles del PP. Así lo recordaba ayer la portavoz socialista en el Ayuntamiento de Murcia y senadora electa, Susana Hernández, que compareció en rueda de prensa acompañada por los concejales Enrique Ayuso y Juan Vicente Larrosa.

«El tiempo nos ha dado la razón: la moción de censura tenía su sentido», aseguraba Susana Hernández. El escándalo del presidente del PP en la pedanía murciana de el Raal «es lo mismo que ocurrió en el caso Roque Ortiz», expresó Hernández.

«Es una forma de actuar del PP al completo en estos 24 años, a todos los ámbitos: el municipal, en todos los ayuntamientos, y también es la forma de López Miras», criticó la portavoz del PSOE. «Ahí está el caso de Librilla y el de Murcia de enero de 2018, que acabó con la dimisión del concejal Roque Ortiz. Aunque la compensación es que su mujer va en las listas actuales, como número ocho, en la candidatura de José Ballesta».

La socialista recordó el intento de moción de censura que llevó a cabo el PSOE en compañía de Ahora Murcia, Cambiemos Murcia y el concejal no adscrito, Javier Trigueros, tras conocerse -destapadas por este periódico- las palabras que el concejal Roque Ortiz había expresado en una reunión interna: «Que no se le olvide a la gente de las concesionarias que le hemos conseguido trabajo». La moción, no obstante, no pudo presentarse por la negativa de Ciudadanos, «a pesar de que criticaban las prácticas mafiosas del PP, pero lamentablemente las mantuvo y no apoyó la moción de censura», apuntaba Hernández.

«Es un caso de extrema gravedad», censuró Hernández, «porque el PP juega con el pan de las familias y amenaza con quitar ese pan cuando no se asegura el voto al partido. No se puede jugar con la necesidad de las familias. Eso no es democracia. No se puede amenazar a la gente con quitarle un puesto de trabajo si no cumple sus órdenes políticas. Eso es propio de otra época». A su juicio, este caso no hace sino revelar «una cuestión sabida por todos» los vecinos. «Son unas prácticas conocidas en todos los pueblos, que estos audios, de Roque Ortiz, de Librilla, de Ramón Andrés Abellán, confirman y hacen públicos».