Teresa Franco Martínez , número dos de la lista del PSOE al Ayuntamiento de Murcia, asegura sentirse como «una niña con zapatos nuevos», porque acaba de estrenar una nueva vida. La aspirante es cabo del Ejército del Aire destinada en la base de Alcantarilla y, con la proclamación oficial de las candidaturas a las elecciones municipales del próximo 26 de mayo, ha quedado liberada de las limitaciones a las que se ven sometidos los militares españoles, sobre todo en aspectos como la difusión de su ideología o la militancia en partidos políticos.

Aunque asegura que le gusta el Ejército y está agradecida por la experiencia que ha adquirido durante los 18 años que ha vestido el uniforme, afronta la andadura política en la que se ha embarcado y su disposición a representar a los murcianos con una perspectiva distinta a la que puede tener cualquier otra candidata. Vestida con vaqueros y camiseta y calzada unas zapatillas de lona, parece una joven recién licenciada que inicia con entusiasmo la nueva etapa que le brinda la política, aunque esa imagen esconde una gran determinación.

Lo ha demostrado con uno de los primeros gestos que le permite su recién estrenada libertad civil, la firma del manifiesto antifranquista redactado como respuesta al documento lanzado por oficiales franquistas meses atrás para reivindicar la figura del dictador. Como secretaria de Igualdad de la Asociación Unificada de Militares Españoles (AUME), Teresa Franco se ha volcado especialmente en la defensa de los derechos de la mujeres de las Fuerzas Armadas, a las que considera más discriminadas por las reglas de la disciplina castrense. Su labor en esta organización le ha llevado a sentarse en el Consejo de Personal de las Fuerzas Armadas (Coperfas), que preside la ministra de Defensa, Margarita Robles. Con anterioridad ha compartido mesa con la anterior titular, María Dolores de Cospedal, por lo que tiene experiencia en la negociación sobre las condiciones laborales y la conciliación de las mujeres de tropa y marinería.

Además, ha sido una militar muy activa en Twitter, que se dio a conocer en los medios nacionales por reivindicar un chaleco antibalas para las mujeres, y se considera una luchadora por la igualdad, que ha vivido en carne propia las consecuencias de su miltancia cuando tuvo que denunciar a un superior por acoso laboral. El expediente que se le abrió a raíz de sus reclamaciones, ya archivado, llegó a un debate del Congreso, mediante una pregunta de la portavoz de Podemos, Irene Montero, quien interpeló a Cospedal sobre «la persecución» a la que Teresa Franco se había visto sometida.

A su vez, la denuncia de la cabo contra su superior ha sido archivada en distintos estamentos militantes, aunque ahora el Supremo ha ordenado su reapertura.

Cuenta que se decidió a ingresar en el Ejército del Aire en el año 2001, después de haber estudiado Pedagogía, ante la falta de expectativas laborales que encontraba en ese momento. «No entré en las Fuerzas Armadas por vocación, pero la sorpresa es que cuando llegué me gustó mucho el Ejército», asegura. «Los valores del compañerismo, la lealtad y la intensa convivencia» resultaron una experiencia inesperada, a la que está agradecida.

Confiesa que cuando ingresó en las Fuerzas Armadas tampoco se consideraba a sí misma feminista: «Yo no sabía que era feminista, me consideraba neutral», precisa. Sin embargo, cuando empezó a tomar conciencia de los problemas a los que se enfrentaban ella y sus compañeras optó por hacer un máster en Igualdad. Tampoco tenía previsto dedicarse a la política, a la que llega como independiente.

Su pareja, que es once años menor que ella, es quien más la ha animado para embarcarse en esta aventura. «Dejo que la vida me lleve», explica. Se considera una persona capaz de «escuchar» y se muestra ilusionada con la aventura que ahora inicia junto al resto de integrantes de la lista encabezada por el candidato a alcalde del PSOE, José Antonio Serrano. Del programa socialista destaca iniciativas como la creación de un vivero de empresas para facilitar la inserción laboral de las mujeres, sobre todo de las mayores, entre otros medidas.