El futuro alcalde de La Unión (con permiso de Izquierda Unida, que aún debe ratificar su apoyo expreso a la investidura), el socialista Pedro López Milán, ya ha anunciado que tras su previsible investidura, el próximo día 13 de junio, una de las primeras cosas que hará será llevar a cabo una auditoría para conocer el estado de las cuentas municipales tras el paso del PP por el gobierno local, un proceso para el cual el Ayuntamiento cerrará sus puertas. No será, sin embargo, un cierre total ya que los días que dure la auditoría se mantendrán unos servicios mínimos de atención al ciudadano.

Y es que los socialistas no las tienen todas consigo acerca de la situación de las cuentas municipales y así lo han expresado durante la campaña electoral.

«El traspaso será ordenado»

El anuncio no ha sido bien recibido por el equipo de gobierno del PP en funciones.

Así, en un comunicado hecho público en la tarde de ayer, insistieron en recordar que «desde el Equipo de Gobierno municipal se les ha ofrecido al próximo alcaldable de La Unión y sus compañeros de otras formaciones políticas nuestra total disposición para que la realización del traspaso de poderes sea ordenada y con total normalidad, al contrario de lo que sucedió en el año 2007 cuando el Partido Popular ganó al PSOE en las elecciones, sin necesidad de cerrar el Ayuntamiento durante un solo día. Lo que repercutirá sin duda en beneficio de los unionenses».