No han pasado ni 24 horas de las elecciones municpales celebradas ayer y el portavoz electo de Ciudadanos, Mario Gómez, ha sacado la artillería. Hoy mismo pedirá por escrito en el Ayuntamiento que el PP le dé carpetazo a los contratos de libre designación, o más conocidos como cargos a dedo. «Deben abandonar la Administración local todos estos puestos de amiguetes y cortijos, que se han creado en 20 años», afirmó con rotundidad el cabeza de lista de este partido emergente, que en los comicios del domingo logró cinco concejales en la capital de la Región.

De esta forma, Ciudadanos se ha convertido en la tercera fuerza política del Ayuntamiento (detrás del PSOE, que obtuvo seis ediles) y en pieza clave para la gobernabilidad del municipio, ya que el PP, con José Ballesta a la cabeza, necesitará apoyos para sacar adelante ciertos proyectos. Los populares contarán en este nuevo mandato con 12 bancados, siete menos que la corporación que está ahora en funciones, y alejados de la mayoría absoluta que está en quince bancadas.

Actualmente, en el Ayuntamiento hay 30 cargos elegidos a dedo, que cuestan a las arcas municipales cerca de un millón de euros al año. El líder de Ciudadanos afirmó que esta es una de las líneas rojas de su partido para sentarse a hablar, así como la anulación de contratos externalizados (recaudación de tributos, recepción de llamadas del 092, información al ciudadanos, etc.), trabajos que, a su juicio, pueden hacer los funcionarios. Gómez adelantó que hoy se reunirá en Madrid la comisión de pactos del partido para marcar unas directrices para toda España, pero el concejal electo adelantó que «estamos dispuestos a apoyar al que se comprometa a trabajar por nuestro programa». Por su parte, el candidato del PSOE, José Ignacio Gras, dijo que «ahora mismo no me postulo para alcalde (la suma de toda la oposición le daría la alcaldía) pero en función de las conversaciones ya se verá. Yo no voy a empujar, pero tampoco me voy a encoger».