¿Cómo ve esta campaña electoral tan diferente que estamos viviendo?

Esta campaña es un auténtico paraíso para los consultores político, más allá que el ciudadano pueda estar agotado y los propios políticos también. Nunca se ha hecho una campaña con tanta información disponible para definir mensajes y estrategias. Es tremendamente atractiva para los expertos en la materia, que tienen materia prima suficiente para hacer bien su trabajo. Todo el debate de fondo de esta campaña va sobre la gobernabilidad, y eso favorece en gran medida al PP, porque ha estado en el Gobierno durante cuatro años. También está quedando claro que hay dos partidos imprescindibles para formar gobierno: PP y Podemos.

¿Qué diferencias nota en los principales candidatos, sus estrategias y sus mensajes, con respecto a diciembre?

Son infinitas. Rajoy se presenta desde la presidencia del Gobierno y casi duplica en edad al resto de los candidatos, por lo que aprovecha el elemento esencial de la experiencia. Pablo Iglesias lleva tres semanas proclamándose socialdemócrata, con un tono, un mensaje e incluso una forma de vestir que vienen a suavizar sus posturas con el objetivo de que lleguen a más gente. A Rivera y Sánchez les veo con problemas de posicionamiento. Pedro Sánchez Sánchez en la primera campaña tuvo un papel predominante y ahora ha pasado a un segundo plano. Albert Rivera, el líder político más valorado por sus bases, ha decidido ahora dar más papel más relevante dentro de la estructura de Ciudadanos.

A su juicio, ¿quién ganó el debate a cuatro?

Desde el punto de vista técnico, lo ganó Albert Rivera, pese a su sobreactuación del último minuto. Pero en el plano estratégico, ganó Mariano Rajoy, que fue el que cumplió mejor los objetivos que tenía antes del debate.

¿Qué pronóstico hace para el 26 de junio?

Creo que las elecciones generales las va a ganar el Partido Popular, con distancia considerable respecto a la segunda fuerza política. También pienso que PSOE y Podemos están muy ajustados. Que se produzca el 'sorpasso' dependerá de la estrategia de campaña en la última semana. Cualquier cosa que pase en la próxima semana va a ser determinante. Hay muchas provincias en las que los escaños pueden bailar por muy pocos votos.

Usted trabaja como asesor del Partido Popular. ¿Cree que la corrupción pasó ya en mayo y en diciembre de 2015 toda la factura que tenía que pasar?

Creo que eso es una frase hecha. En general, hay un porcentaje muy importante de la ciudadanía descontenta por la corrupción política en general, que afecta más a los partidos que tienen más gobiernos, en este caso el PP. La corrupción nunca dejan de pasar factura. Si la corrupción dejara de incluir, las personas que dejaron de votar a un partido a causa de la corrupción habrían vuelto. Y está claro que no. Quizás no hay mucha más gente que vaya a dejar de votar ahora por la corrupción, pero sí habrá gente que seguirá sin votar por este motivo.