Hace un año Pascual Salvador era elegido presidente provincial de Vox en Murcia, un partido entonces intrascendente en la Región y en España, que reunía a unos 150 afiliados murcianos. Las visitas de Santiago Abascal apenas atraían a una treintena de curiosos. Hoy, Vox alcanza los 3.000 militantes y su formación aspira a todo. En su mano puede estar la llave de gobierno e incluso -los murcianos dirán- el timón del Ejecutivo regional.

Su programa pide disolver los parlamentos autonómicos. ¿Por qué quieren cerrar la Asamblea Regional?

Porque creemos que es mejor un Estado centralizado políticamente, pero descentralizado administrativamente. No podemos permitirnos tantos políticos. No es necesario que en la Comunidad de Murcia haya una legislación y Alicante tenga otra diferente. Nos estamos cargando la unidad del mercado. Es un gasto superfluo que no podemos permitirnos.

Ustedes se presentan precisamente al Parlamento que consideran «un gasto superfluo».

Porque nosotros estamos a favor del Estado de Derecho y respetamos la Constitución Española. Participamos en las reglas del juego. Intentaremos cambiar nuestro sistema, pero eso será a largo plazo, cuando la mayoría de los españoles así lo deseen. La soberanía está en los españoles. Mientras tanto podemos desmontarlo desde dentro, devolviendo competencias y mejorando la gestión.

Su programa de 100 medidas es idéntico para todo el país: las mismas recetas para Galicia o Murcia. ¿No es un error hacer un programa único, sin distinguir los problemas de las comunidades?

También tenemos algunos puntos específicos para la Región de Murcia en el programa, pero queremos armonizar las comunidades, que tengan las mismas prestaciones. Marcarmos lo que queremos para todas las comunidades y estamos explicando a todos los murcianos qué es lo que queremos puntualmente para la Región.

¿Qué puntos quieren para Murcia?

Muchos puntos no son sólo para la Región. El agua es un problema de todo el sureste español. Denunciamos que hemos sido traicionados por ser una de las comunidades más leales; las comunidades no han funcionado. El sistema del agua es un derecho, vital para nuestro desarrollo. Y no se está haciendo lo suficiente. No se está reclamando el mantenimiento del Trasvase Tajo-Segura ni nuevas soluciones, que tienen que ir unidas a un plan hidrológico nacional con interconexiones de todas las cuencas, no a una desalación.

¿No quieren la desalación?

Sí queremos la desalación, pero como complemento. El problema es que ahora mismo está siendo un sustitutivo del agua del Trasvase, y eso no puede ser. Si llegáramos a ese caso, tendríamos que emigrar porque la desalación no va a dar servicio a la agricultura, aparte de que el agua no tiene la misma calidad. La reforma del Estatuto de Autonomía pone al mismo nivel el Trasvase, que se nombra muy de refilón, que a la desalación.

Abogan por devolver las competencias en Sanidad y Educación. ¿No creen que sería perjudicial para los murcianos que estos temas tan importantes se decidan desde Madrid?

La Sanidad la teníamos hasta el año 2000, aproximadamente, y recibíamos un servicio adecuado. Ahora es el mismo o peor, pero nos cuesta diez veces más. La Comunidad tiene una deuda de más de 9.000 millones que aumenta cada año en 600 millones, principalmente por la mala financiación de la Sanidad. Lo que el ciudadano necesita es que le atiendan en el centro de salud, le tiene que dar igual quién lo pague. La descentralización administrativa puede mejorar la Sanidad, pero gestionándola a nivel nacional. No puede ser que el sistema de vacunación no sea el mismo en Murcia que en Cuevas del Almanzora (Almería). Y en Educación no tenemos una única educación en toda España y no se da una visión de España. El Estatuto habla de identidad regional, nos ceñimos a los localismos.

Pero la identidad regional que recoge el Estatuto se refiere «a la cultura del pueblo murciano». ¿Dónde está el problema en proteger esa idea?

Es una identidad regional basada en las comunidades autónomas. Murcianos también los eran en la Vega baja y en la parte de Albacete. Al final nos dividimos en diecisiete reinos de taifas, sin que cada uno sepa nada de lo que se hace en la provincia de al lado. Que un chico murciano no tenga nada que ver con uno de Madrid: eso es lo que estamos haciendo.

Critican la ley LGTBI, acordada por unanimidad en la Asamblea. Esta norma protegía a personas históricamente discriminadas. ¿Por qué se oponen?

Abogamos por la tolerancia con todas las personas. El problema de esa ley es que se usa como excusa para proteger a determinados colectivos, que imponen en los colegios unos talleres y una visión de la sexualidad. Y los padres tienen derecho a decidir si sus hijos de siete u ocho años tienen que ir a esos talleres. Ahora mismo no se te permite decidir. Es una ley un poco totalitaria que impone una visión. Defendemos la libertad de los padres a elegir la educación de sus hijos.

¿Derogarían esta ley?

Tal y como está redactada, sí.

¿Hay chiringuitos ideológicos en la Región?

Estamos seguro de eso. Pero tenemos que llegar a la Asamblea para fiscalizarlos y saber exactamente cuáles son.

¿Cerrarían 7TV y Onda Regional?

Televisiones privadas no podemos cerrar ninguna. No estamos a favor de dar subvenciones a los medios de comunicación. Sí queremos la libertad de los medios y abogaríamos para que haya más licencias para los medios de comunicación, sin trabas, pero no daría dinero público.

¿Quitarían las subvenciones a 7TV y a Onda Regional?

Sí.

En Andalucía, su partido ha pedido las listas de los trabajadores de la violencia de género. ¿Harán lo mismo en la Región?

Por supuesto. Precisamente se dieron cuenta de que la mitad de las personas que estaban atendiendo a las víctimas no estaban colegiadas. El Colegio de Psicólogos lo llevaba denunciando muchos años y la Junta no le hacía caso. Gracias a Vox nos hemos enterado de que no eran personas preparadas, sino enchufadas. Nosotros venimos a hacer, si nos toca, una oposición leal, pero muy responsable para fiscalizarlo todo.

¿Tienen asumido que pactarán con el PP?

Ni hablamos ni pensamos en eso. Tenemos que ver primero dónde nos colocan los murcianos el 26M. Lo que sí está claro es que que no apoyaremos un Gobierno de socialistas y comunistas.