«Javier Sánchez Serna lleva pidiendo mi cabeza desde Vistalegre II. No es extraño que lo siga haciendo ni me extraña que siga teniendo esa actitud desimplicada con la Región de Murcia». Así respondía a este diario el líder regional de Podemos, Óscar Urralburu, sobre la misiva firmada entre el diputado murciano en el Congreso Javier Sánchez Serna y la candidata a la Asamblea Regional María Marín, que forma parte de la dirección que encabeza Urralburu. El artículo, publicado este viernes en La Opinión y que analiza la debacle electoral de Podemos, recrimina que la campaña «no ha marcado distancias con el PSOE» al «ofrecerle pactos preelectorales» al tiempo que critica sin mencionarle explícitamente a Urralburu.

A Serna y a Urralburu, los dos rostros murcianas de Podemos, les separaban sus diferencias ideológicas: uno es afín a Iglesias, otro es más próximo a Errejón. Las discrepancias ahora se agudizan: «Sacar los debates fuera en lugar de hacerlos dentro no es lo adecuado», reprocha Urralburu. «Lo he hablado con Pablo Iglesias y a él tampoco le gustan este tipo de reacciones».

«Me sorprende de María Marín porque no hemos debatido en el consejo de coordinación», agrega Urralburu. «Ella no aportó ni una idea. Al contrario: nos dimos dos semanas para visitar los municipios, recopilar los datos y plantear un Consejo Ciudadano Autonómico el próximo 6 de junio, de cara al próximo Consejo Ciudadano Estatal del 11 de julio». Marín se quedó a las puertas de obtener representación en la Asamblea Regional, ya que era la número tres de la lista.

El debate, apunta el líder morado, se debe hacer en los órganos. «Quien quiera trasladarlo primero a los medios sin haber abierto la boca en un órgano de dirección aun cuando se estalle, claramente no tiene buenas intenciones». A su juicio, el artículo desvela «casi más ganas de pescar en río revuelto que hacer de verdad un análisis político del batacazo electoral de Podemos que no sólo se ha producido en la Región, sino también en el conjunto de España».

La línea de no marcar distancias con el PSOE «es una estrategia común en todo el país, no ha sido exclusiva en la Región», argumenta Urralburu, quien considera que «es muy difícil marcar distancias con un PSOE que no gobierna en la Región desde 1995 y con un PSOE al que se le está pidiendo entrar en el Gobierno de España durante toda la campaña electoral».

El secretario general tampoco comparte las críticas de Marín y Sánchez sobre la imagen que protagonizaron dirigentes morados y socialistas en las vías de Murcia para celebrar el soterramiento. «No es verdad que le levantara el brazo a Conesa. Ni muchísimo menos. Nos hicimos una fotografía con el signo de la victoria porque sin ninguna duda era la victoria de la Plataforma ProSoterramiento. Hemos dicho por activa y por pasiva que no era una victoria de Conesa, ni del PSOE ni siquiera de Podemos, sino de la Plataforma».

Otro reproche que lanzaron Marín y Serna es el «fallo» por no conseguir la confluencia con Izquierda Unida. Urralburu replica que la oferta a IU era más que razonable. «Y se ha demostrado que lo era: porque IU decía que sacaría más de 30.000 votos y se quedaron en 14.000 votos. Les planteamos un 33% de la lista en posición de salida y un 40% de primeras posiciones en las municipales. Si hubieran aceptado, tendrían el 60% de los ediles y tendrían un diputado», declara, añadiendo: «Aun así, no compartiendo la decisión de IU, que es soberana y legítima, eso no significa que el batacazo no hubiera sido peor. Todo el espacio del cambio se ha dado un batacazo en el país».

«Unidas Podemos ha perdido desde el 28A un millón y medio de votos. En Cartagena, donde fuimos juntos, hemos perdido un 40% de votos con respecto a las generales». En su opinión, «el problema no es ir juntos o separados: es que nadie se esperaba un batacazo de este calibre. El problema es estructural y requiere un debate serio y no airear tonterías por los medios de comunicación».