El socialismo murciano se despertaba ayer feliz, como nunca lo había hecho en dos décadas de frustraciones electorales en la Región. El triunfo se conseguía por los pelos, por apenas 488 votos, y el recuento costó más de un infarto a los dirigentes y simpatizantes. Al filo de las dos de la madrugada, el escrutinio mostraba al PP por delante del PSOE: fue un susto del que los socialistas se recuperaron poco después cuando el recuento certificó que la victoria, su ansiada victoria, era suya.

Terminada la vorágine electoral, es el momento del análisis. Los socialistas valoraron el nuevo tablero electoral de la Comunidad, tanto en la Asamblea Regional como en los 45 municipios. Algunas ejecutivas locales, como Alcantarilla, expresaron sus conclusiones. Pero en la Región lo harán a partir de mañana ya que, en principio, está previsto que esta semana se convoque un Comité Ejecutivo Regional para analizar los resultados y escuchar todas las propuestas.

Amarrada la victoria, el siguiente paso es conseguir el Gobierno regional ya que no cuentan con la mayoría absoluta. El único pacto realista sería con Ciudadanos, aunque los socialistas no descartan la otra alternativa posible: intentar formar un gobierno en solitario. Así lo apuntaba el propio Diego Conesa en la noche electoral. «He gobernado una empresa durante 17 años, he gobernado un ayuntamiento en minoría [en Alhama de Murcia] durante tres años y he intentado ayudar a la Región en un gobierno de España en minoría durante diez meses», manifestaba, sintiéndose legitimado tras lograr «un respaldo mayoritario y un aumento de 57.000 ciudadanos que han apostado por el PSOE para impulsar la regeneración de la Región».

Aun así, la decisión no está tomada. Y el PSOE buscará el diálogo. «Dialogaré hasta la extenuación», prometió Conesa. Dialogará con todos menos con Vox, según precisaba a este diario el portavoz regional y número tres de la lista, Francisco Lucas. «Con la extrema derecha no hay nada de qué hablar».

El PSOE especialmente contactará con Ciudadanos para conocer su posición, que a día de hoy es desconocida para todos. «Entendemos que el único pacto posible sería con Ciudadanos, pero necesitamos saber su disposición, que no la sabemos», aseguraba a este periódico Alfonso Martínez Baños, número siete de la candidatura. «Si hay sintonía, seguiremos adelante», explicaba, porque «sería el pacto más cohesionado para la gobernabilidad pero -advierte- habría que ver en qué condiciones».

Desde el PSOE no hablan de líneas rojas, pero sí instan a colocar como referencia el decálogo de pactos que planteó Diego Conesa como punto de partida para buscar un acuerdo programático. Este bloque recoge la necesidad de alcanzar pactos en asuntos centrales como la economía, la sanidad y la educación, entre otros temas.