Los partidos situados más a la izquierda del PSOE, Podemos y Cambiar la Región, cosecharon muy malos resultados en las elecciones del 26M. El partido de Óscar Urralburu perdió cuatro diputados y, por tanto, el grupo parlamentario, al quedarse con solo dos miembros en la Asamblea Regional. Por su parte, la formación de José Luis Álvarez-Castellanos tan solo consiguió un 2,02% de los sufragios, por debajo del umbral necesario para acceder al hemiciclo.

Se da la circunstancia de que ambos partidos, de haber ido en confluencia -como sí hicieron en las elecciones generales del 28 de abril- hubieran conseguido un diputado más que el que ha cosechado Podemos, 3, por lo que sí habrían formado grupo parlamentario.

Óscar Urralburu no considera que la confluencia les pudiera haber beneficiado: «Si miramos las comunidades en donde sí hemos ido con Izquierda Unida, los resultados han sido incluso peores. En Castilla-La Mancha, por ejemplo, lo hemos perdido todo». El líder de la formación morada en la Región reconoce también que en donde han ido por separado también han perdido «muchísimo». Por esto considera que es necesario hacer «otro tipo de valoración». Al fin y al cabo, continúa, «si hubiéramos ido con Unidas Podemos a las autonómicas habríamos ganado un diputado más y hubiéramos obtenido grupo parlamentario, pero nos habríamos dejado los tres diputados que hemos perdido en Podemos más los dos diputados que no obtuvo IU en 2015».

Para José Luis Álvarez-Castellanos, la decisión de no ir en confluencia fue «unánime» y coincide con su homólogo de Podemos en que el resultado tampoco hubiera sido bueno: «Otras veces hemos unido y esa unión no ha sumado». Además, también señala ejemplos de lugares en donde la confluencia no les ha sido beneficiosa, como Cehegín y Caravaca.

Víctimas del «voto útil»

Tanto el líder de Podemos como el de Cambiar la Región son conscientes de que sus formaciones han sufrido una fuga de votos considerable hacia el Partido Socialista. «Hemos perdido treinta mil votos y el PSOE ha ganado veintiún mil», reconoce Álvarez-Castellanos, quien además, apunta a un «fin de ciclo del 15M y a una recomposición del bipartidismo en España». Urralburu cree que la «transferencia de votos al PSOE es más que evidente» en el conjunto del país y, por tanto, abre un período de análisis en su formación para estudiar «en calma» lo ocurrido durante la campaña electoral.