Una noche que comenzaba con un ambiente de esperanza y confianza se tornó en tristeza y decepción. Cambiar la Región de Murcia, la coalición de Izquierda Unida-Verdes y Anticapitalistas, vio cómo se le escapaba, en una nueva legislatura, la ocasión de lograr un diputado en las elecciones autonómicas.

Entre lágrimas, los militantes presentes en su sede aplaudían su trabajo y lamentaban el «mal resultado». José Luis Álvarez-Castellanos, quien era el candidato a ocupar un asiento en la Asamblea Regional en representación de esta agrupación de izquierdas, declaraba que «no hemos cumplido las expectativas. Era nuestra ilusión, aunque sabemos que hemos hecho una campaña muy digna, superando las dificultades con orgullo y dignidad».

«Esta situación no nos hunde, seguiremos demostrando que hemos estado siempre y que seguiremos estando ahí, luchando por la Región de Murcia con nuestras propuestas, y si no podemos hacerlo desde la Asamblea lo haremos desde la sociedad, con los ciudadanos. Una fuerza política como IU es una herramienta útil para construir un gobierno de izquierdas, así que no nos desilusionamos, y quien nos necesite siempre nos encontrará en la calle», concluía.

Convencidos de que iba a ser el «partido del cambio en una noche para el cambio», comenzaron la velada electoral los numerosos apoderados y simpatizantes de Cambiar la Región, que no dejaron de aparecer por el Paseo Fotógrafo Verdú de Murcia. Militantes que, seguros de lograr ese diputado que se les escapó por un pequeño porcentaje en 2015, observaban con optimismo los primeros resultados; un ánimo que, conforme avanzó el escrutinio, se convirtió en aceptación de la derrota.

Una situación que, para John David Babyack, responsable de organización de IU en el municipio de Murcia, exige «realizar un análisis para ver qué cosas se han podido hacer mal y mejorarlas de cara al futuro». Babyack, quien se mostraba «convencido» de que Cambiar la Región iba a ser «el partido del cambio en una noche para el cambio», recordó al dirigente de Izquierda Unida José Antonio Pujante, quien falleció el pasado 1 de enero, y cuya lucha por cambiar la ley electoral tuvo sus frutos. Tan solo hacía falta un 3% -en lugar del 5%- de los votos para lograr un escaño; sin embargo, no fue suficiente, y con un 2,03%, IU vuelve a quedar a las puertas de la Asamblea Regional.