A los políticos les cuesta hablar de ella en campaña electoral. Tal vez porque no suelen sacar muchos réditos electorales de ella. La sanidad, la educación, la vivienda y los derechos sociales copan la agenda política, pero ellos también son parte de una sociedad que les necesita para seguir siendo libre. La cultura tiene algo que decir ante las elecciones del 26 de marzo.

Representantes del mundo de la música, el cine, la literatura, el teatro y el arte están de acuerdo al echar la vista atrás y valorar la situación de su sector en la Región de Murcia. Isaac Vivero, presidente de la asociación de salas de conciertos Murcia Live!, asegura que la administración «ha dado la espalda al colectivo» y les acusa de haber promovido la «competencia desleal» al organizar a menudo eventos al aire libre: «Mucha gente se ha acostumbrado al todo gratis». Y no solo eso, «hasta en el Teatro Circo retiran las butacas y ponen barras». Desde una entidad independiente, parten con desventaja. El crítico musical Ángel H. Sopena coincide en que las salas se resienten porque «los programadores públicos entran en competencia con los privados», como Murcia Live!. Y también avisa: «Los festivales han tocado techo».

Óscar Molina, nuevo presidente de MurciaaEscena, afirma que «el panorama cultural en la Región es desolador» y culpa, en parte, al desfile constante de consejeros de Cultura que pasan por la Comunidad. Cada vez que se produce un cambio, hay que empezar de nuevo las conversaciones con el recién llegado, ponerle al día y explicarle los proyectos que se habían quedado a medias. Aunque así es más lento, de vez en cuando hay motivos para la alegría: «Por fin, después de mucho tiempo, hay un plan estratégico para recuperar el circuito de las Artes Escénicas, dotado con 400.000 euros».

Nacho Ruiz, director de la galería T20, lamenta que «la Cultura sigue sin ser una prioridad en la Región». «La primera industria de Madrid son los museos, pero aquí no hemos entendido que el verdadero capital que tenemos es Salzillo, el Anfiteatro Romano de Cartagena...». No muy lejos de su sala de arte -más bien, en el local de al lado- se encuentra Fail Studio, del artista Daniel Barceló. «No he contado con ayuda de nadie, me lo he costeado yo todo», asegura este creador, que siente que la administración pública no termina de entender «el tejido cultural que se está creando en Murcia».

El escritor Paco López Mengual acusa al Gobierno regional de no haberse «tomado en serio el potencial de la literatura murciana», mientras que en otras provincias «miman a sus autores». En la misma línea se encuentra Leonardo Cano, escritor y profesor en la escuela de escritura Club Renacimiento: «Cuando llegan las crisis, lo primero en caer es la Cultura».

La cineasta ciezana Manuela Burló Moreno señala que «la falta de infraestructura» fue la causa de que tuviera que irse a Madrid para poder trabajar en lo que quería: «Hay canales autonómicos, como Canal Sur, que dan mucho trabajo a los creadores, en Murcia no pasa», comenta con tristeza, ya que su «primer vínculo con el mundo audiovisual fue en el instituto, pero no pude seguir formándome».

Para los próximos cuatro años

Para los próximos cuatro añosLos agentes culturales de la Región tienen muy claro qué le pedirían al nuevo Gobierno, regional o local, que salga de las urnas tras las elecciones de mañana.

«Una televisión autonómica con contenidos de los que un espectador murciano pueda sentirse orgulloso», explica Burló Montero, quien cree que esto solo se conseguirá si los poderes públicos tratan con «más respeto, más cuidado y dota de más infraestructura al mundo audiovisual».

«Que frenen la sangría de lectores que tenemos en España y la Región» con «un plan de fomento de la lectura con autores vivos» es el deseo de los escritores Leonardo Cano y Paco López Mengual. También piden un mayor apoyo a las editoriales.

Daniel Barceló cree necesaria una «nueva regulación para los nuevos espacios que están surgiendo», así como una puesta al día del Estatuto del Artista que recoja las labores de los creadores emergentes. Nacho Ruiz, por su parte, pide al nuevo Gobierno «que los directores generales sean técnicos», presupuesto y «apertura de miras»: «Los jóvenes creadores viven fuera».

Con el marchante de T20 coincide el presidente de MurciaaEscena, Óscar Molina: «Que no pongan cargos de compromiso que tengan por ahí». Asimismo, también pide más inversión en la producción de las obras «para ser más competitivos».

Desde Murcia Live! piden un mayor entendimiento entre las empresas públicas y privadas y Vivero subraya que «nunca han recibido ninguna ayuda pública». Ángel H. Sopena añade la creación de un «marco normativo que permita la programación de música en directo tanto en el exterior como en el interior de los locales». Por otro lado, el crítico musical también cree que los jóvenes creadores necesitan más ayudas y que pongan a disposición de los grupos que empiezan espacios públicos -«no de artistas ya consagrados»-.

Lucha contra un estigma extendido: "Quieren vivir de las subvenciones"

Lucha contra un estigma extendido: "Quieren vivir de las subvenciones"Los agentes culturales defienden la subvención como una forma de permitir a los jóvenes creadores comenzar su carrera profesional, pero defienden su industria como rentable económicamente. Además, el arte «es un bien que revierte en toda la sociedad». «Se ha transmitido la idea de que la cultura vive permanente subvencionada, pero es falso: genera en torno al 7% del PIB español, pero solo recibe una décima parte de las ayudas estatales», asegura Ángel H. Sopena. Nacho Ruiz lleva «veinte años llevando el nombre de Murcia por todo el mundo y no contamos con ninguna subvención porque las canceló Marta López-Briones (directora general del Instituto de las Industrias Culturales y de las Artes)», por lo que no tiene mucho más que decir contra ese mantra. Eso sí, avisa: «Hace diez años éramos veinte galerías de arte, ahora somos unas cinco». Para Daniel Barceló, «el mecenazgo no es vivir de las subvenciones» y cree que «debe haber una vía de financiación» porque los agentes culturales «no solo generan cultura para ellos, sino para todos». Paco López Mengual ve en las ayudas públicas el «empujón» que necesitan los autores «una vez que la iniciativa privada ya ha dado el paso»; Leonardo Cano, por su parte, reconoce que tiene opiniones encontradas: «Entiendo que haya gente que piense que hay otras prioridades, pero una sociedad culta y educada se consigue con la cultura». La directora de cine Manuela Burló Moreno no acepta que se diga que los artistas viven de las subvenciones porque «es mentira». Tal y como explica, «la ayuda se pide para generar un producto que luego da beneficios» y, por tanto, se devuelve. No solo eso, «para acceder a una subvención, se tienen que cumplir una serie de requisitos».