Viéndolo así, en los carteles electorales del PSOE, y sabiendo que es licenciado en Derecho, que montó un negocio de asesoría que le funcionó muy bien, que ha sido alcalde, concejal, delegado del Gobierno, etc., usted puede pensar que este hombre es el clásico chico nacido en una familia sin problemas económicos, que tuvo una infancia y adolescencia tranquilas, que más tarde se fue a la universidad, etc., etc. Pero puedo asegurarles y les aseguro que esto no fue así, ni allá arrimao', que decimos aquí. Diego Conesa ha tenido que currarse a fondo cada paso que ha dado en la vida y ha conseguido superar lo que no está dicho, que también decimos aquí, para llegar a esas vallas que lo anuncian como posible próximo presidente de esta Comunidad Autónoma.

Conesa nació en Murcia, pero unos meses después su familia se trasladó a Fuente Álamo, donde vivió hasta que tuvo 18 años. Su padre trabajaba la tierra, su madre también, y, cuando hizo falta, emigraron a Alemania o a Francia para ganar algún dinero. También tuvieron una pequeña tienda de comestibles en un barrio, o un puesto en el mercadillo semanal. El joven Diego supo muy pronto que, además de ir al colegio como los demás chavales, tendría que echar una mano en las labores del campo, como pastor con las ovejas, o recogiendo habas en un bancal, levantarse a las cinco de la mañana para sacar el ganado o llenarse de escarcha trabajando en los pimientos. Todo esto combinado con la escuela primero y después con el instituto. Cuando tuvo 18 años, comenzó también a trabajar en la hostelería, y el propietario de unos bares de copas lo fichó para su negocio. Hubo que saber de inmediato lo que era la noche en los ochenta, que, por si ustedes no la conocieron, contenía bastantes peligros y atracciones fatales, como el alcohol a despiporre y las drogas. Diego dice que, efectivamente, vio todo eso a su alrededor pero que todo el mundo supo enseguida que él no iba nunca ni a probarlas siquiera.

En los estudios se había quedado entre 3º de BUP y COU. Con este empleo de los bares, llegó a Alhama de Murcia para trabajar en el pub Escalibur (qué propio el nombre, ¿verdad?) y allí ocurrió algo especial, conoció a la que hoy es su esposa y madre de sus dos hijos, se hicieron novios y él pensó en retomar los estudios. Así lo hizo y consiguió acabar y hacer la Selectividad. La vida fue avanzando, se matriculó en Derecho y fue aprobando asignaturas compartiendo estudios y trabajo. Se casó y junto con su esposa montaron una asesoría que funcionó bien. Él siguió con la carrera que no pudo acabar hasta 2005 con las últimas dos materias aprobadas en la UNED. Por fin era licenciado.

Y entonces llegó la política. Dice que siempre había tenido el gusanillo ese dentro y que su mujer le dijo: «Vale, si tanto lo quieres, entra, quédate ahí 4 años, y vuelve a la vida normal». Lo que no sabía esta señora es que Diego Conesa ya nunca saldría de lo público. Se afilió al PSOE y fue concejal y alcalde en Alhama, delegado del Gobierno y ahora candidato a presidente de la Región de Murcia. Si gana, tiene una ventaja: es buen amigo de Pedro Sánchez. Cuando el Presidente en funciones vino a Murcia en aquella turné que llevó a cabo por toda España, cuando fue defenestrado, durmió en casa de Diego Conesa, charlaron sobre sus hijos, que son más o menos de la misma edad, y se cayeron muy bien. A ver si de eso nosotros sacamos algo.

No le pregunten ustedes qué hace además de la política. Ni deporte, ni tele, ni apenas nada que no sea estar un rato con sus hijos o leer algo. Es de esos políticos que lo son 'full time', siempre dispuestos, veinticuatro horas al día. Y no lo digo yo, lo afirma él categóricamente. «No sé hacerlo de otra manera», me dice.