El trasvase Tajo-Segura aparece recogido en los programas de todos los partidos que aspiran a conseguir un escaño en las elecciones autonómicas del próximo 26M como un compromiso ineludible.

El PP promete «impedir la derogación» y «trabajar con todos los medios a nuestro alcance para blindar el trasvase Tajo-Segura» y para «defender frente a quien haga falta, hasta donde haya que llegar, lo que nos corresponde como españoles. Acaba de cumplir 40 años una infraestructura referente en la creación de riqueza y empleo, que ha contribuido de forma esencial a frenar la desertización de nuestro territorio y de cuya agua viven miles de familias en nuestra Región».

También el PSOE defiende que «el Trasvase es una infraestructura irrenunciable. Realizaremos la inversión acordada para defender y resolver en el medio y largo plazo nuestro déficit hídrico, con una gestión pública que garantice la calidad y disponibilidad del recurso». También ve necesario «conciliar las aportaciones del Tajo-Segura con un plan de reutilización del agua depurada» e interconectar las desaladoras públicas.

Podemos advierte de que «el desgobierno del agua» ha dado lugar a un aumento desmesurado de los consumos y critica que «uno de los mayores conflictos de la cuenca del Segura radica en la utilización partidista del Trasvase Tajo-Segura». La formación morada deja clara su apuesta por el Acueducto, pero alerta de que el cambio climático y las sequías suponen la mayor amenaza para el futuro de esta infraestructura.

Ciudadanos se compromete a garantizar «la sostenibilidad y la eficiencia en la gestión de nuestros recursos hídricos. Garantizamos el mantenimiento del Trasvase Tajo-Segura y apostaremos por avanzar en materia desalación, la lucha contra la evaporación, introducción del concepto de huella hídrica, mejora de conducciones y selección de cultivos. Lograremos la monitorización en la gestión de nuestros recursos hídricos».

Somos Región no solo realiza una encendida defensa del Tajo-Segura y de la interconexión de cuencas, sino que sigue apostando por el trasvase del Ebro como alternativa para completar los recursos que aporta el Acueducto.