En el PP regional daban por hecho que iba a ser muy complicado mantener la mayoría absoluta en la Asamblea Regional, en función de lo que predecían los sondeos electorales que manejaban en la dirección del partido. El último dato lo conocieron el mismo sábado, día de reflexión, y pronosticaba los 22 diputados que finalmente han conseguido. Pero lo que no esperaba nadie en el PP era el batacazo generalizado en los 45 municipios de la Región.

Con excepción de Archena, Albudeite, Puerto Lumbreras, Lorca, Los Alcázares, San Pedro del Pinatar, Ulea y Yecla, donde los alcaldables han conseguido la mayoría absoluta, los populares se tendrán que remangar para pactar con otros partidos, principalmente Ciudadanos y otras formaciones independientes, si quieren conservar otros ayuntamientos como Abarán, Alcantarilla, Alguazas, Blanca, Fortuna, Las Torres de Cotillas, Pliego, San Javier, Santomera, Torre Pacheco, Librilla o Totana, tradicionalmente feudos populares. Además de plazas importantes como Murcia, Cartagena y Molina de Segura. Los peores resultados en unas elecciones de este tipo desde el año 1991. Visto el desastre de las municipales, el resultado de las autonómicas, a un escaño de la mayoría, parecía incluso un mal menor.

El ambiente, por tanto, no estaba para fiestas en el hotel 7 Coronas de Murcia, el lugar donde los populares suelen instalar su cuartel general para seguir la noche electoral. En el hotel se había celebrado una comunión durante la tarde y, sobre las ocho, todavía se podían ver los restos de la fiesta infantil, con un castillo hinchable que se estaba desmontando mientras, poco a poco, comenzaban a llegar los apoderados, interventores y simpatizantes del partido, impacientes por conocer los resultados. La comunión fue la única fiesta que se celebró ayer en el hotel, que en otros tiempos rebosaba de alegría.

Los candidatos populares estuvieron esperando hasta el último minuto para comparecer ante los medios de comunicación y valorar el resultado electoral. Esperaban a que el escrutinio alcanzara el 100% con la esperanza de que se moviera el resultado y se lograra el ansiado escaño 23 que otorga la mayoría absoluta. En la sala donde se concentraban los apoderados e interventores -donde había candidatos como Encarna Guillén y Molina Boix, además de simpatizantes del partido como el presidente de la UCAM, José Luis Mendoza- todos miraban expectantes a la televisión con la confianza de que se moviera el resultado. Pero no lo hizo.

Pedro Antonio Sánchez, José Ballesta y Ramón Luis Valcárcel aparecieron pasadas las doce y media de la noche. Con caras largas, pues la cosa no es para menos, pero intentando ver la botella medio llena.

Valcárcel destacó que se ha vivido una campaña «ejemplar» y consideró que a Pedro Antonio Sánchez «le han faltado una o dos semanas para hablar con el millón y medio de murcianos». Destacó que ha habido una caída generalizada de votos del PP en toda España, siendo Murcia una de las autonomías donde, pese a perder 150.000 votos y once escaños, donde menos ha caído el PP. «Los resultados hubieran sido peores si no es por ti», dijo Valcárcel a Pedro Antonio Sánchez.

El candidato regional, por su parte, afirmó que ahora se inicia una nueva etapa en la Región en la que el PP va a aportar «trabajo, propuestas y diálogo con todos, principalmente con los ciudadanos». «Recibimos los resultados con humildad y entendemos el mensaje, no vamos a descansar ni un día y nos vamos a dejar la piel por las personas, que son lo que realmente nos importa», indicó el cabeza de lista.