Tal vez por la gran afluencia de votantes que han acudido en estos comicios electorales, los más disputados de la Democracia, o quiza por el excesivo celo y lentitud del presidente de la mesa ubicada en el Palacio de San Esteban, lo cierto es que las personas que han acudido hasta este centro electoral esta mañana se han sorprendido por las largas colas que han desanimado a más de uno de ejercer su derecho al voto.

Algo parecido les ha sucedido a Almudena Patiño y Concha Hervás, dos mujeres mayores que se han quedado sorprendidas por la afluencia de votantes y la lentitud con la que avanzaba la cola a primera hora de la mañana. Con una responsabilidad democrática que ambas ejercen con responsabilidad desde los primeros comicios democráticos de 1978, las mujeres no daban crédito este domingo cuando han intentado acceder a su mesa electoral, "en todos mis años como votante no había visto nunca tanta gente para votar", ha explicado Almudena.

Con casi una hora por delante, las dos mujeres han preferido acudir a misa en una parroquia cercana para volver cuando la cola hubiera disminuido, "pero lo cierto es que al volver había aún más gente" explica Concha.

Pero como el derecho al voto es también una obligación de todo demócrata, tal y como explican ambas, Almudena y Concha lo han tenido claro, "hemos pedido la vez y nos han dejado dos sillas para que podamos descansar hasta que nos llegue nuestro turno". Pasadas las dos de la tarde han podido depositar su voto y volver a casa justo para la hora de sentarse a la mesa en este domingo electoral.