Ese niño de la imagen, que aparece tras José Antonio Pujante, muestra una mirada curiosa, con el ceño fruncido como si ya se cuestionara todo aquello que pasa por delante de él siendo tan pequeño aún. Lo encontramos en un lugar destacado en casa del candidato autonómico: «Es un retrato al óleo a partir de una fotografía, obra de mi cuñada, Ana Emilia Quiñonero, hermana de mi mujer. Le tengo un cariño especial, aparte de la connotación familiar, porque me veo muy reflejado en el resultado final. Debería tener alrededor de tres años y plasma la expresión de mi mirada a la perfección. Está en mi despacho y bien visible, me gusta verlo. Afortunadamente, el desgraciado terremoto que sufrimos hace ya cuatro años en Lorca no afectó a la pintura como sí a otros espacios de la casa», cuenta.

Declara su gusto e interés por las arte: «Cada vez lo estoy más. Por mi labor de profesor siempre he estudiado la pintura desde una perspectiva filosófica, pero desde hace unos cinco años estoy profundizando en un estudio más interpretativo; siempre, claro, que la labor diaria política me lo permite. Yo lo llamo ´catas de pintura´, pero que me aporta mucho. Procuro visitar museos como el Louvre, el Reina Sofía, el Prado, donde hago una parada siempre en los clásicos. Las Meninas es una cita ineludible así como las 'pinturas negras' de Goya. Recuerdo, especialmente, cuando visité el Guernica recién llegado de Nueva York. En casa tengo diferentes obras, pero destacaría una del artista cubano José Delarra que me dedicó personalmente», explica.

Esta Región está forjada con grandes nombres de artistas y sus ´obras´; sin embargo, ¿podríamos decir que en estos últimos años ciertas ´obras políticas´ han quedado como borrones en un lienzo? La interminable polémica del AVE, el aeropuerto fantasma€ «Sí, este panorama podría ser una especie de estilo de pintura de ruina. Se asemeja a las pinturas pesimistas del romanticismo, finales del siglo XVIII y principios del XIX, como por ejemplo Friedrich. Ese estado lamentable de ruina, el comprobar que el paso del tiempo acaba con todo. Una Región ruinosa de proyectos inacabados. Murcia es una región virtual, no real. La Región de Murcia podría ser la peor representación pictórica de obras como La balsa de la Medusa, de Gericault».

La izquierda que nos trae José Antonio Pujante «es roja, como la sangre y el corazón. Pero, además, diversa, con mezclas como el verde ecologista, el violeta con la igualdad de la mujer, el blanco de la paz€ La izquierda admite colores que no desentonen, que no alteren los principios de libertad e igualdad. Lo que está claro es que el rojo de la izquierda nunca podría mezclarse con el marrón y el negro, escatológicamente hablando, del PP». El ciudadano poco pinta: «Esta Región está sufriendo una rémora, el ciudadano no ha pintado nada para los gobernantes. Ojalá el día 24 de mayo cada votante coja su propio pincel y su lienzo y decida dibujar su futuro. Y lograr que ese futuro sea una pintura colectiva», concluye. Después de todo, la pintura se ha de hacer tal como uno es, decía Juan Gris.