César acaba de llegar a casa después de un día cargado de entrevistas y actos electorales. Es tarde, alrededor de la 1,15 de la madrugada y hay que revisar la agenda del día siguiente. En ese momento, su hijo Xavi baja, llorando, la escalera. Acaba de tener una pesadilla y busca el abrazo de su padre. «Si tuviera que destacar algo negativo de las campañas electorales sería el tener que renunciar al tiempo que me gustaría dedicar a la familia. Este momento de la imagen fue especial. Esa hora de madrugada, el momento en que repasas el día, evaluar qué estás haciendo y si lo estás haciendo bien. La llegada de mi hijo fue ese aliento que necesitaba; me pedía un abrazo pero, en realidad, el que estaba pidiendo y necesitaba ese abrazo era yo».

César destaca la familia como lo más importante de su vida: «Afortunadamente, mi pareja y yo coincidimos en la misma idea de familia. Tener hijos es una experiencia profunda. Los valores familiares siempre han estado presentes. Soy católico y la práctica del Evangelio es una constante: procurar mejorar, hacer el bien», explica. Tal vez por ello hay momentos y sucesos que le indignan casi como si le tocaran a un hijo: «Comprobar cómo la crisis se ha cebado con las familias, la pérdida de sus casas, el desempleo de larga duración y sin prestación que en esta Región es del 40%? y todo lo están pagando, en su mayoría, los hijos. Para mí hay tres pilares fundamentales a tener en cuenta: la infancia; los mayores desasistidos y los discapacitados y dependientes que se ven desplazados. De cómo tratemos estas cuestiones, de la importancia que les demos, así será nuestro nivel de calidad humana». Y el low cost familiar, que también han notado en casa: «Claro, hemos sufrido los recortes por la crisis. Mi mujer es maestra y ha sufrido las consecuencias de los recortes en la Educación. Como todos los españoles, hemos tenido que adaptarnos, echar mano de los ahorros, de los abuelos en un momento dado...».

Su objetivo es acabar con esa injusta situación de desamparo que están viviendo miles de familias: «Durante años estamos contemplando este linaje familiar político. Existe una burbuja política en Murcia que vive en condiciones distintas a todos los demás. El aforamiento, ese uso clientelar, ese heredar puestos, ese nepotismo que abunda no puede seguir así; la gente real no vive de esa manera. Mi preocupación es poder transformar eso. Que mis hijos no me digan que lo que les expliqué sobre ser alguien mediante el trabajo, el esfuerzo y la constancia era un error».

Ignaci y Xavi, sus hijos, se interesan por la labor política de su padre, «sobre todo el mayor me pregunta mucho, especialmente por el paro; le surgen múltiples preguntas, muchas difíciles de contestar. Es un niño muy concienciado. Fíjate que para su Primera Comunión optó por pedir que no le hicieran regalos; prefería que le dieran el dinero para enviarlo a levantar una guardería en Ruanda y así lo hicimos».