Vox ya está aquí. La esperada irrupción de Vox se consumó anoche recogiendo en la Región de Murcia uno de sus mayores respaldos: recibieron el apoyo de 143.010 murcianos, que equivalen al 18,64% de todos los votos. Vox se quedó muy cerca de Ciudadanos (a unos 7.000 sufragios) y se instala como cuarta fuerza política en la Región. Logró dos diputados, los mismos que los populares y los naranjas. Lourdes Méndez y Joaquín Robles representarán a Vox en el Congreso de los Diputados por la Región en la próxima legislatura.

«Es un resultado excepcional y muy ilusionante. Es espectacular el voto que ha conseguido Vox en Murcia», opinaba una feliz Lourdes Méndez, que afrontó su primera cita electoral con Vox, tras toda una carrera política de más de veinte años en el PP. «Estamos francamente contentos», expresaba, felicitando «el momento histórico» de su partido y augurando que «es el inicio de un gran camino». Prometió que «llevarán la voz silenciada de los murcianos al Congreso», lamentó los «impedimentos en la campaña por las televisiones» aunque «al final ha merecido la pena» y dio las gracias a todos, incluso a quienes no les han votado: «Defenderemos los intereses generales de Murcia».

El número tres de Vox, Luis Gestoso, que se quedó sin escaño, mostraba su «gran satisfacción» y reivindicaba que se han convertido en una fuerza política «importante» en la Región. «Vamos a ser decisivos de cara a cualquier política que se quiera implantar en esta Región», incidía, recalcando que el «bloque de izquierdas sigue siendo minoritario» en la Comunidad. Gestoso manifestó además su alegría por el resultado nacional: «Hace seis meses nos hubiéramos conformado con tener un escaño con Santiago Abascal y ahora vamos a tener un grupo parlamentario importante, con el que plantaremos cara a la dictadura progre y a la corrección política que ha tenido a esta nación estancada».

La crisis territorial en Cataluña y toda su cadena de acontecimientos funcionaron como el motor de un partido que en las elecciones de 2016 era una fuerza intrascendente, pues cosechó apenas 2.622 votos en la Región, un insignificante 0,37% de los sufragios. Pero el punto de inflexión -si hay que simplificar en una fecha crucial-, el día que lo cambió todo, fue el mitin de Vistalegre en Madrid. El nombre de Vox se colaba en la primera línea de la política y su eco ya fue imparable, generando nuevos adeptos pero también muchos detractores. La reacción también era murciana. En la Región pasaba de sumar 150 afiliados en enero de 2018 a reunir a 2.000 militantes en 2019, en un ascenso sin parangón. La prueba del algodón de que un gran aliento de Vox procedía de Murcia fue el acto de Santiago Abascal en el hotel Nelva: el recinto se quedó pequeño, desbordado ante la respuesta masiva de los murcianos. Años antes, las visitas de Abascal apenas concentraban a veinte asistentes.

El Nelva se convirtió en el presagio de lo que anoche se consumó: Vox llegaba para quedarse.

Alegría y brindis aunque cierta insatisfacción tras las elevadas expectativas

Las elevadas expectativas calaron tanto en Vox que incluso aun logrando el apoyo de más 140.000 murcianos las caras de sus simpatizantes no eran de una felicidad redonda. Había alegría, compartida entre la treintena de afiliados y adeptos presentes en el hotel NH Amistad en Murcia -el escenario elegido para pasar la noche electoral-, pero también había una sensación de insatisfacción: esperaban un mejor resultado. El ambiente no era especialmente festivo; sobre todo había rostros de preocupación ante el hecho de que el Gobierno queda en manos del PSOE.

«Esperábamos 50 diputados, no 24», confiesa Alfonso, uno de los simpatizantes, mientras contempla el resultado en la gran pantalla. «Esperábamos algo muy, muy grande, viendo las imágenes de los mítines de Abascal en la campaña y, al final, sí, ha pasado algo grande, pero no tanto», valora José, mientras que su amigo Manolo apunta que es «muy sorprendente que gane el PSOE con un hombre que miente». Otro afiliado opina que el resultado es «un exitazo», aunque lamenta la victoria del PSOE: «No podemos estar contentos con un Gobierno con separatistas y con ETA», espetaba. «Estamos alegres por Vox, pero no por España», resume otro. «Pero al final salimos de la cueva», zanja Carlos Enrique, un murciano que presume de formar parte de Vox desde 2015, cuando el partido era intranscendente. Entre los presentes sobresalía -por su altura- José Ángel Antelo, quien afrontó su primera cita electoral. «Se vive diferente, pero muy bien», admitía.

Conforme se cerraba el escrutinio ondeaban las banderitas españolas y afloraba la alegría, como así trataron de recordar los candidatos: hace sólo seis meses soñaban con que Abascal lograra un solo diputado y ahora tienen 24. «Es para celebrarlo». Dicho y hecho: descorcharon la botellas de cava (catalán) y sidra y brindaron «por España» y por «Vox».