Son murcianos, viven fuera de nuestro país y tienen derecho al voto, pero pocos, muy pocos, han votado para las elecciones generales del 28A. Es una realidad que se repite sistemáticamente desde el año 2011. La participación electoral de los murcianos emigrantes es ínfima: apenas vota un 8%, el mismo porcentaje que en el resto del país. La distancia y, sobre todo, los farragosos trámites para depositar la papeleta desmovilizan a este electorado que vive lejos de España.

Esta elevada abstención se ha disparado exactamente desde que los principales partidos -con PP y PSOE a la cabeza- se pusieran de acuerdo en 2011 para poner en marcha el llamado sistema del 'voto rogado.' Este proceso obliga al elector a tener que solicitar expresamente el voto en un espacio de tiempo muy apretado para después depositarlo en la embajada o el consulado, o bien para enviarlo a través de correo postal. La intención de la reforma era poner fin a las sospechas de posibles pucherazos, pero el fruto obtenido ha sido otro: apenas se emiten sufragios desde el exterior.

A la vista se sitúan los datos: en los comicios generales de 2008 -los últimos antes de implantar el 'voto rogado'- votaron 17.553 residentes de la Región que habitan allende las fronteras españolas; en cambio, en las elecciones de 2016 lo hicieron 2.390 murcianos que moran en otros países, según las cifras del Instituto Nacional de Estadística (INE). Es una tendencia que también ocurre con el resto de españoles emigrantes: en 2008, la participación fue del 32,8%; en 2016, se desplomó hasta el 6,3%.

En esta última legislatura, los partidos han intentado reformar la Ley Electoral en el Congreso, pero resultó una tarea imposible por falta de acuerdos y las propuestas no llegaron a tiempo antes de la disolución del Parlamento. Por eso los votantes emigrantes se vuelven a plantar en una convocatoria electoral -que esta vez es doble: 28A y 26M- con el mismo sistema.

Así, de 32.725 murcianos, según el censo de los electores residentes ausentes que viven en el extranjero (CERA), solamente 2.689 han pedido el voto para el 28A, según informa la delegación regional del Instituto Nacional de Estadística (INE) a este diario. Este cantidad equivale al 8,8% del censo. Y la cifra puede ser inferior, pues no todos los que han pedido votar llegan a hacerlo como consecuencia de las dificultades que se encuentran en el camino.

¿Cómo pueden votar para las elecciones autonómicas y europeas del 26M?

El proceso no es ágil. Primero reciben un impreso de solicitud de voto, enviado por la Oficina del Censo Electoral. Este impreso incluye una clave que se rellena y se envía con un certificado electrónico en la web del INE. Las peticiones de sufragio también se pueden enviar por fax o correo postal.

Si las solicitudes son aceptadas, la Delegación Provincial de la Oficina del Censo Electoral manda desde el 30 de abril al 6 de mayo la documentación necesaria para votar. Este plazo se puede ampliar hasta el 14 de mayo en el caso de haber impugnación de candidatos, explican desde el INE.

Una vez recibidas las papeletas, los electores pueden votar de dos maneras: depositando personalmente su voto en la urna habilitada en el Consulado o Embajada en la que se encuentre inscrito, en los días 22, 23 y 24 de mayo; o remitiendo su papeleta por correo al consulado o embajada hasta el 21 de mayo. El país con más solicitudes de murcianos emigrantes es Francia, con 829, muy por delante de Alemania (379), Reino Unido (300) y EE UU (183). Por el contrario, los estados con menos peticiones son China y República Dominicana, con cinco cada uno. Como curiosidad, el voto de los murcianos expatriados llegará de rincones tan alejados como Australia (20), Singapur (7) y Qatar (6).