Para Manuel Escudero, embajador de España en la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico) es necesaria en la próxima legislatura abordar el modelo de financiación: «Es una asignatura pendiente». Sin embargo, el dirigente socialista, que se reunió ayer en Murcia acompañado por Diego Conesa con representantes de los agentes sociales, no se atreve a decir si las comunidades más afectadas durante años por el sistema actual -como la Región- deberían ser recompensadas.

Al PSOE le persigue un mantra: cuando gobierna, el paro sube, la economía empeora y tiene que venir el PP para darle la vuelta a la situación.

Eso es una mentira que se puede contrastar con los datos de estos diez meses de Gobierno de Sánchez. La creación de empleo durante la primera mitad de 2018, con Rajoy, fue de 185.000 nuevos puestos de trabajo. Los seis últimos meses fueron 220.000. Se utiliza la mentira deliberada. Cuando Casado compara los datos de empleo con Rajoy y con el PSOE comete un error de bulto. Compara los datos de empleo de mayo, que es cuando se crea empleo y que estaba aún el PP, con los de marzo, que es cuando se destruye todos los años. Estas comparaciones, sin un mínimo análisis, llevan a pensar que el PP está tan desesperado que tiene que camuflar y distorsionar los datos para atacar al PSOE.

¿Ha hipotecado al país Pedro Sánchez con sus 'viernes sociales'?

En absoluto. Los 'viernes sociales' son una décima parte de costo de lo que puede significar la rebaja fiscal que promete el PP, que se cifra en torno a 17 mil millones de euros. Si llegara a hacerlo Casado, ¿cómo equilibrará después las cuentas y el déficit? Evidentemente, rebajando el gasto social y el gasto productivo.

¿El PSOE no quiere una rebaja fiscal?

El PSOE propone converger con la UE. En este momento tenemos unos ingresos que equivalen a seis puntos menos en términos de PIB que la media de la UE. Hay margen en España para aumentar la presión fiscal de aquellos que tienen que pagar. Esto no va en contra de las clases medias y trabajadores. Las fuentes de financiación vendrán de la mano de la progresividad en el IRPF -más presión a las rentas más altas- y aumentando la recaudación del Impuesto de Sucesiones. El PSOE plantea una reforma que dé la posibilidad de cuadrar las cuentas frente a Bruselas y nos permita seguir con el gasto social que, por cierto, también está por debajo de la media de la UE.

¿Es sostenible la España de las Autonomías?

Perfectamente sostenible. De hecho, el nivel de funcionarios es bastante menor que el que existe en otros países europeos. España no es un país que esté despilfarrando por las autonomías; todo lo contrario: lo que necesitan las autonomías es que les den la posibilidad de ejecutar los mandatos que tienen. Esos mandatos son Educación, Sanidad, Servicios Sociales, Dependencia... No hay que recentralizar.

La Región de Murcia es una de las comunidades más infrafinanciadas. ¿Se le debe una compensación?

Cuando lleguemos a ese río, hablaremos de ese puente. En política, hablar de futuribles siempre trae malos resultados.

¿Hay margen para aumentar aún más el Salario Mínimo Interprofesional?

Queremos conseguir para 2020 un SMI de 1000 euros en 14 pagas. Ya se ha visto que la última subida a 900 euros no ha derivado en ninguna catástrofe social ni destrucción de empleo.

¿Debemos preocuparnos en España por las pensiones del futuro?

Rotundamente no. Las pensiones del futuro serán sostenibles si trabajamos en asegurar que las pensiones se revaloricen con el IPC y la separación de fuentes, es decir, que haya capítulos de la Seguridad Social que se paguen desde los Presupuestos Generales y no solo con sus propios ingresos. También serán importantes las políticas de familia y las de inmigración.

¿Cómo nos ven sus colegas de la OCDE?

Consideran que el crecimiento español es potente y existe cierta admiración a la resiliencia de la economía española. Lo que preocupa en la OCDE es que las clases medias estén estancadas. En una publicación reciente destacamos que la clase media -renta entre 12.000 y 33.000 euros anuales- creció solo un 0,3% entre 2007 y 2016. Al mismo tiempo, elementos de consumo como vivienda, sanidad o educación han subido mucho más. Los jóvenes no tienen esperanza en tener el estatus que tenían sus padres.