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Premios Empresa del Año Banco Sabadell 2025

Vidal Golosinas, Premio Empresa +Internacional: una expansión continua y sostenida gracias a su "gen innovador"

Desde un taller familiar de apenas 70 metros cuadrados en Molina de Segura a endulzar la vida de las personas en más de 90 países de todo el mundo

Stand de Vidal Golosinas en la feria ISM de Alemania, cita a la que acude de forma ininterrumpida desde 1972.

Stand de Vidal Golosinas en la feria ISM de Alemania, cita a la que acude de forma ininterrumpida desde 1972. / Vidal Golosinas

La Opinión

La Opinión

En 1963, la familia Hernández Vidal emprendió una aventura empresarial que, más de seis décadas después, ha convertido a Vidal en una de las compañías líderes del sector de la confitería de azúcar a nivel mundial.

Lo que comenzó como un pequeño taller familiar en Molina de Segura, con apenas 70 metros cuadrados, es hoy una empresa global con más de 215.000 m² de superficie, dos plantas productivas, un gran centro operativo y una plantilla media de 1.400 trabajadores.

La vocación internacional de Vidal se manifestó desde sus primeros años con las primeras exportaciones a Alemania, Inglaterra, Suiza y Bélgica. Desde entonces, la compañía ha mantenido un proceso de expansión continuo y sostenido.

«Nuestra cultura emprendedora, la capacidad para entender y satisfacer las necesidades de los consumidores y competir con éxito en escenarios internacionales nos han llevado a estar presentes en más de 90 países y a contar con 12 filiales comerciales ubicadas en las principales ciudades del mundo», explica Francisco Hernández Arnaldos, presidente y consejero delegado de la compañía.

En 1972, Vidal marcó un hito al convertirse en la primera empresa española en exponer en la feria ISM de Alemania, cita a la que acude de forma ininterrumpida desde ese año. En 1997 volvió a ser pionera al participar en Sweets & Snacks Expo, la mayor exposición en el continente americano a la que ha asistido fielmente desde su primera edición.

Desde sus inicios, la innovación ha sido otro de los pilares fundamentales de la empresa. Vidal ha sabido anticiparse a las tendencias del mercado, desarrollando productos originales, formatos creativos y nuevas texturas que conectan con consumidores de todas las edades.

«Innovar está en nuestro ADN —afirma Francisco Hernández Arnaldos— Es lo que nos permite diferenciarnos, crecer y seguir siendo competitivos en un mercado global».

Vidal es hoy una empresa moderna, tecnológicamente avanzada, equipada con las prácticas logísticas y de producción más avanzadas que garantizan la máxima calidad en todos los procesos.

«Seguimos creciendo», señala su presidente, «y lo hacemos mediante nuevas inversiones destinadas a aumentar nuestra capacidad productiva y operativa, optimizar la eficiencia de toda la cadena de suministro y reforzar nuestro liderazgo internacional».

Más allá de estos datos, Francisco Hernández destaca el valor de las personas que forman parte de la compañía: «El verdadero motor de Vidal es su equipo humano. Cada una de las personas que lo integran aporta talento, compromiso y dedicación. Son, sin duda, la clave de nuestro éxito».

La historia más dulce

Vidal centró su actividad en las golosinas desde el inicio de su andadura con una producción diaria de 500 kilos de caramelo duro que se comercializaba a 10 céntimos de peseta cada uno (equivalente a 0,06 céntimos de euro). Este proyecto familiar se convirtió en realidad con el primer pedido de caramelos de un cliente el 18 de noviembre de 1963.

Pocos meses después, fue necesaria una ampliación de la fábrica con la adquisición de una máquina para la fabricación de caramelo con palo. Este dulce tuvo una gran acogida entre los consumidores gracias a una revolucionaria estrategia de comercialización, en la que se combinaba el producto, fabricado con las mejores materias primas, junto con un pequeño obsequio, en este caso un globo de regalo.

«El verdadero motor de Vidal es su equipo humano. Cada una de las personas que lo integran aporta talento, compromiso y dedicación. Son, sin duda, la clave de nuestro éxito»

Francisco J. Hernández Arnaldos

— Presidente y consejero delegado de Vidal Golosinas

Bajo este compromiso de elaborar sus productos con los más altos estándares de calidad y las mejores materias primas, la compañía siempre ha basado su catálogo en lanzar al mercado productos sorprendentes y atractivos, además de cercanos al consumidor y sus demandas.

Esta premisa se puede apreciar en la evolución del logo de la compañía, que comenzó en los años 60 con un sello heráldico hasta llegar al actual, de dos líneas claras y directas que transmiten de forma sobria el compromiso de la empresa con la calidad, pasando por otros acordes a las tendencias del momento que Vidal también contribuyó a crear y consolidar.

Carácter dinámico y emprendedor

Desde esa primera estrategia de comercializar el caramelo con un obsequio, como calcomanías y juguetes en miniatura, Vidal avanzó con otras rompedoras promociones que enriquecían sus productos. La primera de ellas permitió el salto de la Familia Telerín a los caramelos a finales de la década de los 60 gracias a un acuerdo con Radio Televisión Española, pero también destaca el fenómeno chicle Hippy 2000 a finales de los 70, que incluía promociones directas en el envoltorio, y que se convirtió en todo un éxito debido a sus ilustraciones diseñadas en el estudio de Francisco Ibáñez Talavera (creador de Mortadelo y Filemón).

Desde su creación, Vidal se ha caracterizado por un carácter dinámico y emprendedor, tanto a nivel nacional como internacional (sus exportaciones representan hasta un 80% de su facturación global) una actividad que ha ido acompañada de una adaptación a cada mercado con la elaboración de productos específicos para los diferentes países y estacionalidades principales como Halloween, Navidad o San Valentín.

Desde un taller familiar de apenas 70 metros cuadrados en Molina de Segura a endulzar la vida de las personas en más de 90 países de todo el mundo

Desde un taller familiar de apenas 70 metros cuadrados en Molina de Segura a endulzar la vida de las personas en más de 90 países de todo el mundo / Vidal Golosinas

Fue en la década de los 90 cuando Vidal consiguió la gama de productos más extensa y variada del mercado en el sector, con un reconocimiento del mercado como líder europeo. Además, la creatividad en formatos, sabores y texturas, junto a la innovación en los diseños y las continuas novedades que se presentan en el mercado, convierten los productos de Vidal Golosinas en un éxito permanente entre los consumidores. Fruto de ello fue la creación de productos icónicos de la marca como la Fresa Silvestre, las Dentaduras, el mítico caramelo blando masticable Dipper, el primer marshmallow relleno de gelatina de frutas, el chicle Melón relleno de efervescente, o los caramelos de goma rellenos con doble textura, Rellenolas.

Con una sólida apuesta por la innovación, la internacionalización y el talento, Vidal se consolida como un referente mundial de su sector y mantiene un claro objetivo: endulzar la vida.

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